En la UNCUYO desde hace 80 años existe un curioso fenómeno. Las personas que pasan por la universidad experimentan una conexión inusual. Pero esa conexión ¿es para siempre?
La historia de Norma con la universidad comienza en 1955 al entrar a la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCUYO. Es Doctora en medicina, experta en Genética y ex decana de la Facultad de Ciencias Médicas por dos períodos. Impulsora del Banco de ADN de la UNCUYO y Titular del Instituto de Genética Médica. Recibió la distinción de Profesora Emérita de la UNCUYO y en 2018 de Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Mendoza.
La historia de Lars con la universidad comienza cuando dejó sus estudios en Alemania para instalarse en Mendoza y aceptar el cargo de solista en la orquesta sinfónica de la UNCUYO. Venía por un año pero al final se quedó cincuenta. Fue titular de la cátedra de flauta, integrante del Quinteto de Vientos Aconcagua de la UNCUYO y de la popular banda mendocina Markama. Ex decano de la Facutad de Artes y Diseño.
La historia de Carlos con la universidad comienza desde antes de nacer. Sus padres trabajaron 40 años en la UNCUYO y él trabaja en la Dirección de Deportes desde hace 18 años. Actualmente es encargado de la comunicación en redes sociales de Club UNCUYO. Carlos cree profundamente que ser de la UNCUYO es para siempre y hasta lo lleva en su piel.
La historia de Yamila con la universidad comienza desde muy chiquita cuando acompañaba a su mamá a los ensayos en la Orquesta Sinfónica de la UNCUYO. Es egresada del Colegio Universitario central y hoy es estudiante de comunicación social en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
La historia de Serena y Magdalena con la universidad comienza desde que entraron al Colegio Universitario Central. Serena ya sabía que sería parte porque escuchaba a sus familiares egresados de ese colegio desde que era niña. Magdalena ya sabía que quería ser Cacique Pehuenche y lo logró junto a Serena como Cacique Huarpe. Juntas dirigen la agrupación estudiantil.