Con el objetivo de conocer los desafíos del trabajo decente en el sector vitivinícola y caracterizar la cadena de valor de las cinco zonas productivas (Este, Centro, Sur, Norte y Valle de Uco), la UNCUYO, a través del Área de Vinculación Tecnológica, junto con la OIT realizaron un diagnóstico que implicó 91 entrevistas a distintos actores que son parte directa o indirecta del sector.
Uno de los principales puntos que se planteó en el Estudio Diagnóstico del Trabajo decente en la cadena de valor vitivinícola fue identificar las etapas de la cadena vitivinícola con mayor riesgo de presencia de actividades de niños y niñas y adolescentes. Así mismo se da cuenta de los distintos eslabones que componen la cadena, la heterogeneidad de las zonas vitivinícolas, las dinámicas laborales, y la institucionalidad del sector. Además, se realizó un estudio económico sobre los costos y beneficios de la prevención y erradicación del trabajo infantil para los distintos actores de la cadena que está en proceso de validación junto a los expertos de la OIT.
Datos relevantes del informe
Entre los principales hallazgos se pueden mencionar la no presencia de trabajo infantil y adolescente en el sector industrial, pero si una presencia de esta problemática en el eslabón primario, que en los últimos 10 años viene en gran disminución debido a distintos factores, principalmente al trabajo de los organismos fiscalizadores y de las distintas estrategias de los productores y empresarios, sumado al trabajo de los Centros de Buena Cosecha.
El estudio permite comprender cuáles son las situaciones que propician la presencia y/o trabajo de Niños, Niñas y Adolescentes en las fincas, lo cual ayuda a plantear una serie de recomendaciones acerca de que acciones o estrategias se pueden implementar para contrarrestar esta problemática. Hay una percepción del trabajo infantil como una incorporación temprana de la cultura del trabajo en hijos/as, desalentado por controles laborales, bajos salarios y la rudeza de las labores agrícolas.
El acto de presentación del diagnóstico fue realizado por la coordinadora del Proyecto Natalia Gusman y el coordinador del estudio económico, Agustín Rodríguez, junto con Leticia Sepulveda y Oscar Carballo. Participaron del encuentro tanto en la virtualidad como en la presencialidad autoridades universitarias y representantes de la COPRETI (Comisión para la erradicación del trabajo infantil), la Subsecretaría de trabajo, Bodegas de Argentina, distintos municipios, investigadores y docentes, referentes sanitarios y profesionales del rubro.
En la apertura el rector de la UNCUYO, Daniel Pizzi destacó la importancia de la realización de estos proyectos que tienen impacto, no solo en la comunidad, sino también dentro de una política que se debe sostener en el tiempo. “Este es un gran trabajo en un sector muy sensible, desde la Universidad nos tenemos que comprometer, porque tenemos la capacidad para aportar el diseño de una política pública de manera tal que este tipo de trabajos tengan continuidad en el tiempo, que es el gran talón de Aquiles de nuestra querida Argentina”, concluyó.
Luego tomó la palabra la Lic. Maria Eugenia Figueroa de la OIT, comentó los detalles y la importancia de realizar este trabajo. “El Estudio se enmarca en las distintas estrategias que tenemos para la generación de conocimiento y del aumento de las capacidades de los distintos sectores, siendo este un proyecto de cooperación al desarrollo para la prevención y erradicación del trabajo infantil en el Agro argentino" expresó. "Nos movilizaba comprender cuales son los desafíos para la promoción del trabajo decente en la cadena en la provincia, consideramos que ha sido un estudio sin precedente que concentra una información por demás valiosa para comprender las distintas complejidades que atraviesa el sector y constituye un buen punto de partida para la toma de decisiones”, finalizó.
En este sentido, Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina, celebró este estudio, como inicio de un proceso de mejora continua para reducir la informalidad de empleo en el sector. "Detectar el empleo no registrado es tan importante como lograr que se formalice y sobre todo la sostenibilidad de ese empelo, hoy la industria nos exige capacitación continua para nuestros trabajadores y para eso necesitamos políticas públicas y políticas laborales", dijo.
Así se hizo el Estudio
Fue llevado a cabo entre la UNCUYO junto a la OIT, implicó un trabajo de dos años, y se pudo realizar gracias a la colaboración del sector vitivinícola, desde Bodegas de Argentina, la UIM, el INTA, la Secretaria de Agricultura Familiar, el Fondo Vitivinícola, la Subsecretaria de trabajo y la COPRETI.
También acompañaron la DGE y los Centros de Buena Cosecha, Programa estratégico en la prevención y erradicación del Trabajo infantil, donde no solo cumplen un rol educativo sino también de cuidado de los niños y niñas de los trabajadores rurales.
Esta investigación se organizó en dos etapas. En el primer año (2020) se hizo un trabajo más de gabinete, con el cual se logró una caracterización de la cadena de valor vitivinícola, dando cuenta de la particularidad de cada zona y de cada eslabón. Así como también de la importante institucionalidad de la cadena.
El segundo año (2021), implicó salidas al territorio con un relevamiento cualitativo a actores productivos (productores, contratistas de viña, industriales, trabajadores y sus familias) e institucionales (agentes de salud, directivos y docentes, referentes sindicales). Además, se llevó a adelante un estudio económico de las implicancias del trabajo infantil en el sector que se encuentra en validación con la OIT.
En los próximos meses se realizará la publicación del informe en distintos formatos a cargo de la OIT. A continuación se puede acceder a la presentación realizada por el equipo a cargo del proyecto.