Independencia en el quehacer universitario. Autoridades elegidas por la comunidad universitaria sin injerencia del poder político.
Gobierno de la universidad compartido entre los diferentes sectores de la comunidad universitaria: docentes, graduados y estudiantes.
Renovación periódica de profesores, de forma tal que se vuelvan a concursar al cabo de cierto tiempo predeterminado. Participación de los estudiantes en el jurado para verificar la capacidad de los profesores postulantes.
Creación de cátedras paralelas a las oficiales, permitiendo al estudiante optar entre ellas. Cada cátedra tiene completa libertad para investigar y enseñar, y no puede ser supervisada académicamente.
Acceso de todos a la Educación Superior, con especial atención a trabajadores y sectores de menor poder adquisitivo. Además se establecen las bases para lograr la educación gratuita tiempo después.
Políticas activas que promueven el acceso a la Educación Superior y permanencia de los estudiantes en la Universidad. Surgen de este modo los sistemas de becas y ayuda al estudiante. En sintonía con este tema se desarrolló el área de Bienestar Estudiantil.
La Reforma Universitaria promueve que la investigación científica sea realizada dentro de las universidades y que los investigadores transmitan sus conocimientos al resto de la comunidad universitaria y a la sociedad, por medio de la enseñanza.
Presencia de la universidad en la sociedad, fomentando la difusión de las ciencias, de la filosofía y de las artes, por medio de cursos libres y de conferencias especiales.
Vocación americanista claramente expresada. Postura antimperialista y contraria a toda forma de dictadura política.
Producción periodística: Federico Kruger y Juan Villalba
Colaboración: Centro de Documentación Histórica de la UNCuyo y Silvia Sosa de Esteves, profesora de la Facultad de Educación y Facultad de Filosofía y Letras.