Se comenzaba a consolidar las bases de la nueva democracia Argentina, basada en la defensa irrestricta de los derechos humanos. Eso se consolidó a través del juzgamiento a las juntas militares que encabezaron el golpe de Estado y, luego, tras la derogación de las leyes de impunidad, a quienes ocuparon mandos inferiores.
Estos logros no hubieran sido posibles sin la persistencia del movimiento de derechos humanos de Argentina, encabezado por las Madres de Plaza de Mayo. Justamente, el 10 de diciembre de 1977, la dictadura secuestraba a Azucena Villaflor, fundadora de Madres de Plaza de Mayo. Tras torturarla, Azucena sería dejada caer viva desde un avión al Río de la Plata en los denominados “Vuelos de la Muerte”.
Este año, la pandemia por el COVID-19 y las medidas sanitarias dispuestas, contribuyeron al aumento de la pobreza y la desigualdad y otras brechas en la protección de los derechos humanos. Sólo las medidas para cerrar estas brechas y promover los derechos humanos pueden garantizar una plena consolidación de los valores democráticos.
La Universidad pública está comprometida con la defensa irrestricta de los Derechos Humanos en todas sus dimensiones y la consolidación de la Democracia en América Latina.