Siguiendo la lucha de las Madres y Abuelas de compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia, se reúnen por primera vez en Río Ceballos, Córdoba, jóvenes que solo tenían en común ser descendientes de desaparecidos/as, presos políticos y exiliados de la última dictadura. Así surgió el nombre de H.I.J.O.S., siglas que representan a los Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio.
Sus reclamos comenzaron contra de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, mas conocidas como las leyes de impunidad y los posteriores indultos. Pero, utilizando el arte como herramienta denunciativa, y tomando como medida de acción directa a los escraches a los genocidas que se encontraban libres.
También implementaron nuevas formas de organización que podrán encuadrarse en los denominados Nuevos Movimientos Sociales que surgieron en la década neoliberal de Latinoamérica. Se formaron en la construcción colectiva, un espacio donde convertir sus historias individuales en una colectiva.
El surgimiento de esta agrupación significó un salto de la lucha de los derechos humanos hacia lo político. Se disputaba en lo ideológico las frases “no te metás”, “por algo será”, “algo habrán hecho”, argumentos que hasta entonces habían habilitado justificaciones a los crímenes de lesa humanidad de la última dictadura cívico militar
Sus primeros años se abocaron a pedir “juicio y castigo”, actuando bajo el lema, “si no hay justicia, que haya escrache”, pero la nulidad de las leyes de impunidad, lo cambió todo. Los juicios a los genocidas cambiaron las dinámicas militantes hacia el interior de la agrupación. En la actualidad, trabajan para que los juicios no queden en el silencio judicial y se conviertan en hechos políticos y sociales.