Podría suponerse que si un determinado ámbito se ubica geográficamente en el pie de la montaña y a la vera del Río Diamante, el clima de ese lugar debería tener bajas temperaturas. Pero cuando el calor de lo humano es mayor, el clima resulta ser sólo anecdótico. Este calor fragoroso surge de sentimientos que se generan a partir del redescubrimiento de valores. Cualquier persona que viene desde alguna ciudad urbana puede sentir ese redescubrimiento generado tanto por alumnos y alumnas, como así también por el personal encargado de la Escuela -Albergue N° 8-593 Yapeyú (ubicada en el paraje La Jaula, San Carlos) donde diariamente promocionan el fortalecimiento de la identidad local, la memoria colectiva y los lazos sociales. Pero como conservar las valoraciones básicas hacia el ser humano es algo primordial en ésta institución ( tanto el valor de las relaciones entre pares, como así también el respeto hacia la vida de todos los seres) la conciencia de existir en un todo donde se visibilizan las relaciones y la imperiosidad de no ignorar lo extraño se conjuga, entonces, con la necesidad de conservar la conciencia ante tantas imposiciones culturales y económicas. 


Esa conservación de la conciencia que se ilustró a partir del fortalecimiento de los vínculos comunitarios, fue la visión que tuvo el personal de la Escuela Yapeyú al proyectar la creación de su propio Museo Comunitario. "El proyecto surgió hace dos años en el área de Ciencias Naturales de la escuela, que estaba a cargo de la seño Yessica Escarel. Al principio los chicos y chicas traían huesitos de animalitos, pero luego comenzaron a traer algunos instrumentos habituales y herramientas de trabajo. Luego de concursar un proyecto y ganarlo, pudimos,
a través de la hidroeléctrica IDISA, construir la primer parte del museo y remodelar la escuela. Luego llegaron estudiantes de la universidad a darnos talleres. Como ellos trabajan en un grupo del Centro de Investigación "Ruinas de San Francisco", nos están dando una mano muy grande con la construcción y estructuración del museo", afirmó Rosales Urtado, quien actualmente es la Directora de la escuela y ejerce una labor importante al generar nexos con distintas instituciones para generar mayores recursos. Por otro lado, Karina Castañar (Arqueóloga y Tallerista) dijo que "el trabajo comenzó hace dos años a partir de la ejecución de un proyecto Mauricio López en el Valle de Uco. Este proyecto se encargaba de trabajar la valoración del patrimonio histórico a partir de la arqueología. En ese momento, surgió trabajar en otra escuela, pero, a través de una maestra, conocimos la demanda directa la comunidad de La Jaula. A partir de ese momento comenzamos con el proceso de construcción del museo comunitario".




Como la construcción del museo comunitario demanda (además del compromiso de la comunidad) un determinado sentido y conocimiento, alumnos, alumnas y graduados de distintas carreras de la UNCuyo han puesto a disposición de la comunidad su conocimiento y experiencia. De esta manera, el pasado 29 y 30 de junio el equipo responsable del proyecto viajó al paraje La Jaula. Luego de casi cinco horas de viaje, tanto el personal como alumnos esperaban con ansias la llegada del equipo de trabajo. Luego de almorzar, tanto el equipo como todo la institución educativa estuvieron predispuestos a trabajar a la par, siempre con una sonrisa de por medio. La jornada de trabajo comenzó con una recorrida guiada por alumnas y alumnos de la escuela que consistió en mostrar su invernadero y granja, como así también un recorrido que costea el Río Diamante. Allí se pudo observar la flora autóctona del lugar. Además, hubo una descripción por parte de alumnos y alumnas sobre las características de cada una de ellas. Este recorrido se anexará al recorrido del museo comunitario. 



Por otro lado, como uno de los objetivos del proyecto es "Fortalecer la identidad y la apropiación comunitaria", los y las estudiantes y graduados de las diferentes carreras que intervienen (Arqueología, Geografía, Historia Oral y Turismo) realizaron diferentes talleres. Entre ellos se pueden nombrar aquellos que se relacionaron con el "Territorio y la Cultura", que estaban orientados a reconstruir el patrimonio cultural de la comunidad, y otros relacionados con la "Arqueología" y la "Historia Oral", que pretendían la incorporación de la localización espacial del patrimonio cultural y la concientización del mismo, como así también aplicar procesos de investigación que faciliten ese conocimiento. 

"La idea es trabajar a partir del diálogo de saberes con la comunidad. Por eso, no se trata sólo de traerles información a partir de nuestros conocimientos académicos, sino que esperamos que ellos nos enseñen sus saberes, que es lo que se intentó con el recorrido que los chicos hicieron" aseguró Emiliano Araujo, Profesor de Historia y quien se encarga de coordinar los talleres. A su vez, Sebastián Giannotti, estudiante de la Carrera de Historia con orientación en Arqueología dijo que "Lo que se buscó con los talleres fue trabajar a partir de los elementos que los niños y las niñas tienen en su museo y representar situaciones su vida cotidiana. Por ejemplo, en uno de los talleres, a partir de esas situaciones, los chicos y chicas tenían que relacionar ese objeto con el contexto y teatralizarlo. De ésta manera se logró la incorporación del inventariado de los objetos".

Luego de dos jornadas intensas de trabajo, intercambio de saberes y vivencias que transforman, el equipo regresó a Mendoza. La concreción del Museo Comunitario está en marcha y con él se intentará fortalecer la identidad y apropiación del Patrimonio Cultural, Arqueológico, Histórico y Paleontológico de la comunidad de La Jaula. Será un proceso largo, pero ya existe un fuerte compromiso por parte de la comunidad para seguir en éste camino que no se piensa dejar de andar.