A 46 años de la Noche de los Lápices, la Biblioteca Central de la UNCUYO fue el escenario elegido para la entrega de expedientes desde la Dirección de Mesa General de Entradas de Rectorado al Centro de Documentación Histórica (CDH) de la Casa de Estudios. Estas dos áreas fueron las responsables de detectar y rescatar documentación de la última Dictadura Militar que se encontraba en la empresa BASA.
Este trabajo se enmarca en el proyecto de gestión documental y rescate de documentación histórica institucional que vienen realizando ambos espacios desde el 2018. Los expedientes quedarán a disposición de investigadores, investigadoras y público en general en el CDH, ubicado en el Edificio de la Biblioteca Central de la UNCUYO. Ahí se encuentra el mural "Entre el olvido y la memoria" de la artista Vivian Magis, quien participó del acto junto a autoridades de la Universidad. En palabras de su autora, esta obra "nos interpela a ejercitar la memoria y la tolerancia para volver a un pasado reciente que permanece como malestar social y cultural, reflexionando abiertamente sobre él y buscando pensar su responsabilidad en las profundas transformaciones actuales de la sociedad argentina".
En ese ámbito el vicerrector Gabriel Fidel celebró el día elegido porque tiene que ver no solamente con la recuperación o consolidación de la memoria sino con los archivos. Al respecto puso en valor ese trabajo maravilloso y extraordinario que se hizo y rescató que su registro hace a que "la memoria, que es el único camino para garantizar la verdad y la justicia, tenga también esto que le queda a las futuras generaciones". Asimismo señaló la importancia de que lo haga la universidad publica. Felicitó entonces a quienes encararon esa labor porque "esto hace a que seamos una mejor universidad publica y que cumplamos mejor con nuestra misión".
En la ocasión se refirió a la creación de un área de DDHH en la Universidad, que dependerá del Vicerrectorado, con la que se buscará consolidar el trabajo que venían haciendo distintas áreas en un sólo plan y programa, y en red con organismos de derechos humanos, organizaciones de la comunidad y de los gobiernos.
"Estos días tan importantes como el de hoy, son días no solamente para que los recordemos para atrás sino también nos comprometamos hacia adelante en lo que tenemos que hacer. No hay memoria más fuerte que la memoria activa y no hay memoria más fuerte que una memoria que trabaja hacia adelante para dejar estos tiempos olvidados. Y este trabajo de los archivos es una muy buena muestra de cómo como universidad, con hechos concretos, hacemos mucho por toda la comunidad", concluyó Gabriel Fidel.
Por su parte el coordinador del centro de Documentación Histórica, Pablo Agüero, contó cómo se gestó la iniciativa de recuperar los expedientes de la época de la dictadura que estaban alojados en la empresa BASA. Explicó que en febrero de 2018, la Directora de Mesa General de Entradas, Fanny Guevara, comenzó a ver con preocupación la tercerización de la guarda de documentación con esa Empresa y el costo que eso demanda a la Universidad. Y desde el Centro de Documentación Histórica detectaron una desarticulación de procesos documentales desde su origen (oficinas creadoras/productoras de documentos) a su destino final (Eliminación o guarda en archivos históricos).
En esa línea resaltó que a partir de esas dos inquietudes confluyeron intereses de conservar esta porción de la memoria histórica de la Casa de Estudios. Encuentro con el que se comenzó a trabajar en el establecimiento de procesos articulados para mejorar el sistema de seguimiento, control, ciclo de vida documental, eliminación o guarda de documentación previa evaluación. Mencionó además que esos procesos de gestión documental permitirán, previa evaluación, eliminar parte de la documentación que hoy está en BASA por carecer de valor legal, informativo o histórico.
"Aún nos queda un largo camino por recorrer, sobre todo porque existe una necesidad de recursos específicos para llevar adelante esta tarea que tanto nos apasiona, la de preservar la memoria institucional para las actuales y próximas generaciones ya que sin archivo no hay memoria perdurable", sintetizó.
En tanto que el representante del Programa de Derechos Humanos de la secretaría de Extensión y Vinculación, y miembro de la Red Interuniversitaria de DDHH del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Leandro Ortega, habló del aporte de los expedientes en la construcción de Memoria, Verdad y Justicia. "Pensando un poco en lo que representa este acto, nosotros venimos un poco a ocupar espacios que realmente son una etapa en nuestra vida, pero la lucha contra el olvido es día a día y va a permanecer de acá en adelante estemos o nos estemos nosotros. Como institución nos tocaba un poco ser partícipes de este proceso".
Agradeció la participación que les dieron en ese proyecto porque "también por circunstancias de la vida nos toca investigar parte de nuestra historia y es muy poco lo que se sabe sobre todo de la época de la intervención". Por último, invitó a todas las personas ya sean docentes, investigadores y extensionistas a que lean esos expedientes, los trabajen y profundicen está búsqueda de memoria que ha encaminado la Universidad Nacional de Cuyo.
Participó la doctora en Historia, Laura Rodríguez Agüero, coordinadora del proyecto de los organismos de DDHH y la UNCUYO Juicios Mendoza e integrante del Espacio para la Memoria y los DDHH exD2. "Es una enorme alegría y un honor estar acá. Es una alegría, por un lado, como historia del pasado reciente contar con estos documentos históricos que seguro van a abrir un montón de nuevas puertas al conocimiento del pasado que aun no conocemos pero, también como integrante del colectivo Juicio Mendoza, que se dedica a la cobertura de los juicios de lesa humanidad, y como integrante del Espacio Provincial de la Memoria ex D2. Ambos proyectos preocupados por la memoria del pasado reciente, impulsados por los organismos de los DDHH de la provincia y financiados desde hace varios años por la Universidad Nacional de Cuyo".
Comentó que tuvo la posibilidad de mirar esos expedientes del año 76 y que reúnen información muy útil: "Ojalá que sea aprovechada por estudiantes que estén interesados en investigar el pasado recientes". Agregó que en esos expedientes se encontraron con documentación que da cuenta de que manera actuó el terrorismo de estado en la universidad con actas de expulsión, cesantía de estudiantes, docentes y nodocentes de la Universidad y de sus dependencias.
Finalmente remarcó la importancia de estos archivos para la producción del conocimiento y como un gran aporte en la lucha por la memoria, verdad y justicia, y en general para la defensa de los derechos humanos
Fuente: Prensa UNCUYO