El Comedor Universitario cumple 80 años. Su historia comenzó un 14 de agosto de 1940, cuando el Consejo Superior de la UNCuyo dispuso la creación de comedores colectivos para los estudiantes que funcionara además con fines  culturales, sociales y recreativos (Ordenanza 38)

De esta manera y bajo el nombre de Hogar y Club Universitario inició sus actividades en la calle Rivadavia de Ciudad y luego de algunos años, con la creación del Centro Universitario en el Parque San Martín, se trasladó al tradicional edificio abovedado que actualmente ocupa.

Desde el principio, el Comedor se transformó en un espacio de encuentro para toda la comunidad universitaria. Hoy, además de los almuerzos que reúne a miles de estudiantes a diario, en los cuatro salones se realizan eventos académicos como talleres, charlas y congresos; y sociales como casamientos y cumpleaños.

Es extraño pensar una vida universitaria lejos del Comedor. En su edificio también funcionan servicios estudiantiles como becas, defensoría, consejería en género y voluntariado.

Detrás de cada porción

Todos los días, puntualmente, a las 12.30 el Comedor ofrece un servicio de almuerzos para más de 2300 estudiantes. Cada plato de comida en las manos de una chica o chico es el resultado de un trabajo silencioso, planificado y en equipo.

Todo comienza temprano. Si el menú ofrece tarta de acelga, por ejemplo, en la cocina se lavan cientos de kilos de acelga, se pican y rehogan miles de cebollas, se preparan varias cacerolas de salsa blanca, se cortan decenas de hormas de queso cremoso, se armar las masas, se llevan las placas a los hornos, para finalmente cortar 2000 o más porciones iguales de tarta.

Mientras que cocineros y bromatóloga trabajan en la elaboración de la comida, el personal de mantenimiento limpia salones, baños, pasillos, mesas y más de 2000 bandejas y vajilla. En tanto, en las cajas y en las líneas de expendio ya se preparan para recibir a los miles de estudiantes.

El trabajo comienza temprano, pero en realidad se inicia días antes cuando el equipo administrativo y profesional planifica el menú, realiza todas las compras, la recepción, el control y el depósito de la mercadería, los pagos a los proveedores, etc.

Más de 100 personas trabajan a diario detrás de cada almuerzo, saludable y económico, que brinda el Comedor.

Disney, peluquería y wifi

Los tiempos han cambiado. Lo que antes eran estudiantes vestidos con trajes y polleras a la rodilla que almorzaban en una hermosa casona de Ciudad, hoy son miles de chicos y chicas que buscan el menú por las redes sociales y le dan “me gusta” a la lasagna.

El Comedor también ha cambiado. Pantallas solares, wifi, menú vegetariano y celíaco, servicio de delivery, políticas eco amigables y tres sedes fuera del Centro Universitario (San Rafael,  Facultades de Ciencias Agrarias y de Educación centro) para que más estudiantes puedan almorzar sano y económico.

Durante estos 80 años, el Comedor ha transitado una larga historia llena de datos curiosos. En sus comienzos y hasta hace algunos años en sus instalaciones funcionaba una peluquería y en la década de los 80 el salón principal se alquilaba para hacer bailes y era muy popular en esa época. Walt Disney visitó y almorzó en el Comedor y según dicen hay un fantasma que recorre sus pasillos por la noche. Solos dos veces, desde el inicio de la democracia, el Comedor cerró sus puertas a la comunidad universitaria: en el 2009 por la gripe N1H1 y ahora por la pandemia de Covid-19.

Hoy el Comedor cumple 80 años y lo festejará de un modo particular, inmerso en una virtualidad y a la espera del bullicio ensordecedor de los miles de estudiantes que le dan vida y sentido a su historia.