Recordemos que, desde el año 2015 la UNCuyo se transformó en la Primer Universidad Pública Saludable del país, garantizando así espacios libres de humo de tabaco para toda la comunidad universitaria. Los ambientes saludables han sido eje central de este proyecto por su importancia a la hora de garantizar la salud de la población de la UNCuyo
En nuestro país, la exposición al humo de tabaco afecta a las personas no fumadoras tanto como a fumadores, aumentando hasta en un 30% el riesgo de enfermedad cardiovascular, en un 25% el riesgo de padecer cáncer de pulmón y hasta en un 70% el riesgo de cáncer de mama en mujeres jóvenes, entre otras enfermedades.
Las leyes nacionales 26.687 y 7.790 establecen la prohibición de fumar en ambientes cerrados haciendo principal hincapié en los establecimientos educativos. Es por ello que desde la Coordinación de Salud Integral junto a las secretarías de Asuntos Estudiantiles de cada unidad académica, se han coordinado esfuerzos para garantizar que todos los espacios cerrados: aulas, pasillos, oficinas, buffets, entre otros, sean 100% libres de humo de tabaco.
Además del daño que genera en fumadores y no fumadores el consumo del cigarrillo, sus residuos como las colillas, generan un gran impacto ambiental al ser tiradas al piso, canteros, o espacios verdes. Es por ello que la colocación de ceniceros en espacios abiertos que se destinen para fumadores, cumple un papel fundamental.
Datos a nivel mundial
Este año, la Organización Mundial de la Salud insta a los países a priorizar y agilizar los esfuerzos realizados para luchar contra el consumo de tabaco en el marco de las medidas relacionadas con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
A pesar de que en el 2008 más de cinco millones de personas murieron por causas vinculadas al consumo de tabaco, la industria tabacalera sigue desarrollando estrategias para aumentar sus ventas, impedir la implementación de legislación que limite la comercialización, el consumo y la publicidad y crear una buena imagen ante la opinión pública.
El Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (CMCT) es la respuesta sanitaria internacional a las estrategias de mercado globales que utiliza la industria para incentivar el consumo de tabaco.
El artículo 5.3 CMCT compromete a los países parte del tratado a proteger sus políticas de salud pública de los intereses comerciales y otros intereses de la industria tabacalera.