La UNCuyo como “Universidad Saludable” genera políticas y acciones que promueven la salud integral de comunidad universitaria. Entre las temáticas que aborda a diario se encuentra la creación de ambientes saludables.
A partir de la construcción de espacios físicos y psicosociales saludables se busca propiciar el bienestar y disminuir los riesgos para la salud, por ejemplo restringiendo la posibilidad de fumar en ambientes cerrados.
Gabriela García, médica de familia (MP9001) e integrante del equipo profesional de Salud Estudiantil, perteneciente a la Secretaría de Bienestar, nos propone reflexionar sobre la importancia de implementar políticas públicas que generen espacios saludables, y cómo la concientización y el compromiso son elementos centrales para construir y mantener ámbitos libres de humo.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de exposición pasiva al humo del cigarrillo?
La exposición al humo de tabaco ambiental (EHAT) se define como la inhalación involuntaria por parte de las personas no fumadoras del humo que generan aquellas fumadoras, a partir de la combustión directa del tabaco y de la exhalación del humo previamente inhalado.
¿A qué nos exponemos con este humo de tabaco ambiental?
No solo a la nicotina. El humo del tabaco es una mezcla compleja de gases y partículas que contienen más de cuatro mil sustancias químicas persistentes en el ambiente. Distintas investigaciones han mostrado cómo el potencial de contaminación del humo del tabaco en el domicilio es más importante que el grado de contaminación atmosférica urbana (transporte)
¿Ventilar los ambientes no es suficiente?
No. Ventilar abriendo puertas y ventanas no es suficiente, tampoco sirven los extractores de aire. Al ventilar el humo y el olor se van pero las sustancias quedan en suspensión, pegadas a cortinados, muebles, alfombras, la ropa y el cabello.
¿Cuáles son los efectos de este humo de tabaco ambiental en la salud?
Los no fumadores pueden experimentar irritación de ojos, dolor de cabeza, mareos, cansancio, náuseas, tos o dificultad respiratoria.
También aumenta el riesgo de contraer enfermedades como cáncer pulmonar, mamario y de senos paranasales, cardiopatía coronaria, inducción y exacerbación de asma.
En la infancia incrementa el riesgo de presentar enfermedades agudas del tracto respiratorio (laringotraqueítis, bronquitis,neumonía, sinusitis, rinitis, otitis), muerte súbita del lactante, bajo peso al nacer y menor incremento de peso en hijos de fumadoras.
La Organización Mundial de la Salud calcula que seis millones de personas mueren anualmente a causa de enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Seiscientos de ellas fallecen a causa de los efectos de la exposición pasiva al humo del cigarrillo.
¿En qué medidas la implementación de políticas que generen espacios saludables puede mejorar nuestra salud?
Hay estudios que demuestran una disminución en los eventos cardiovasculares y riesgo coronario desde la implementación de estas políticas.
En nuestro país desde 2011, coincidente con la sanción de la Ley Nacional del Control del Tabaco 26.687, se evitaron unas 3000 muertes por las enfermedades cardiovasculares, 7000 infartos y 1500 ataques cerebrales lo que refleja el impacto positivo que han tenido las políticas públicas en materia de control del tabaco y promoción de ambientes libres de humo.
En este sentido, qué beneficios tienen los ambientes libres de humo de tabaco.
En los fumadores, ayudan a dejar de fumar, disminuyendo en un 30% el consumo de tabaco.
En tanto, en los no fumadores se disminuyen la exposición a sustancias tóxicas y riesgo de enfermar. Principalmente en niños y adolescentes se disminuyen enfermedades, y por lo tanto consultas al médico. Desaniman la conducta de fumar (ya no se percibe como normal que una persona fume) y previene el inicio de consumo.