A principios del mes de octubre, la Secretaría de Bienestar Universitario, a través de la Coordinación de DDHH y Cultura junto al Programa de Becas de Jóvenes de Pueblos Originarios y Escuelas Rurales de la Dirección de Acción Social, seleccionó a dieciocho estudiantes para viajar a Caspalá, 200 kilómetros de Humahuaca, y tener un encuentro con el pequeño pueblo indígena del lugar.
Previo al viaje, los jóvenes seleccionados de las facultades de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Arte y Diseño y Economía, realizaron talleres de capacitación y una colecta de libros y útiles, que permitió trasladar desde Mendoza hasta Jujuy más de 1350 libros. El éxito de esta iniciativa se debió a la colaboración de las bibliotecas públicas Gral. San Martín y Almafuerte, la Cooperativa La Chipica, el Área de Gestión Territorial de la Secretaría de Cultura de Mendoza, la Asociación Bioquímica de Mendoza, la Escuela 4-215 de Colonia Segovia, la librería Pirámide, las bibliotecas de las facultades de Ciencias Económicas e Ingeniería y todas aquellas personas que acercaron su donación al Comedor Universitario.
El 17 de noviembre, los estudiantes partieron desde Mendoza y luego de 23 horas de viaje llegaron a Humahuaca. Allí, miembros de la comunidad oriundos de Caspalá los esperaron para trasladarlos en camionetas al pueblo, travesía que duró ocho horas aproximadamente.
El pueblo con sus casas de barro, puertas de colores, callecitas angostas y altas montañas le dió la bienvenida a los estudiantes de la UNCuyo, que estuvieron siete días compartiendo las costumbres y tradiciones de sus pobladores como la minga de siembra de la papa andina, la ceremonia de la chaya para pedir, agradecer y bendecir a la Pachamama, bailes de música folklórica y las coplas de Doña Inocencia y de las mujeres de Caspalá, conocidas en la zona por ser copleras de sangre.
Los estudiantes desarrollaron actividades como talleres, radio abierta, partidos de fútbol, clases de baile e inauguraron la primera biblioteca comunitaria.
Experiencia inolvidable
Uno de los estudiantes, Adrián Velázquez escribió en el diario de viaje armado por los alumnos: “Fue un viaje muy largo, en el cual varios compañeros se descompusieron por el efecto del apunamiento…Los paisajes que pudimos apreciar en el camino a Caspalá fueron sorprendentes….Nunca imaginé que iba a ver un paisaje así, me sentí afortunado de tener esta experiencia”.
Candela García, refiriéndose a las actividades que realizaron en Caspalá, subrayó “Luego seguimos subiendo y en uno de los puntos más altos, en el mirador, chayamos a la pacha para agradecer haber llegado hasta ahí….El pueblo estaba lleno de neblina, silencioso, frío. Comenzamos a caminar con los bolsos entre las paredes de adobe por calles muy angostas…las mujeres del lugar nos estaban esperando con un té de tres yuyos y pan casero que nos reconfortó. Yo muy agradecida por haber llegado acá y con el corazón dispuesto al encuentro con los demás y a compartir”.