Muchas mujeres dedicadas a la rama de la salud formaron parte de la Guerra de Malvinas. Desde un rol activo como enfermeras, no solo brindaron atención médica sino contención emocional y psicológica a los combatientes.
Las enfermeras, muchas tenían entre 21 y 25 años de edad, motivadas por su vocación y el servicio al prójimo, no solo asistieron a los heridos durante el conflicto bélico en terapia intensiva, quirófanos, terapia general, sala de quemados y de radiología; sino también en las trincheras lavando y vendando heridas. Cuando el tiempo lo permitía viajaban en helicópteros sanitarios o alcanzaban a los soldados con pesqueros y con las redes los subían con las camillas a bordo.
Durante toda la guerra y principalmente en la ofensiva final inglesa, estas mujeres - cuya labor se ha visto muchas veces invisibilizada- se transformaron en algo más que enfermeras, fueron consejeras y confidentes de las penas de soldados que necesitaban contención.
Las heroínas de Malvinas, cada una perteneciente a una fuerza específica y con un desempeño particular y destacable son:
Fuerza Aérea: Alicia Reynoso, Stella Morales, Ana Macitto, Gladis Maluendes, Gisela Basler, Sonia Escudero, Stella Botta, Mirta Rodríguez, Elda Solohaga, Mónica Rosas, Mónica Rodríguez, Marta Arce y Liliana Colino.
Marina: Claudia Patricia Lorenzini, Nancy Susana Stancatto, María Alejandra Piero, María Graciela Trinchin, María Alejandra Rossini, Nancy Castro, Liliana Castro y Cristina Battistela.
Ejército: Silvia Barrera, Susana Mazza, María Marta Lemme, María Cecilia Ricchieri, María Angélica Sendes, Doris West y Norma Navarro