“Nutribroma” es el nombre del proyecto que se lleva a cabo en la Escuela 1-212 Antonio Zinny con el objetivo de “llegar a una escuela urbano-marginal, como una experiencia piloto, para abordar la problemática de la falta de ingesta de alimentos nutritivos y la necesidad de implementar prácticas de higiene alimentaria y personal”.
Este proyecto fue uno de los casi cuarenta proyectos aprobados en la convocatoria de Proyectos “Profesor Mauricio López” 2012, realizada por la Secretaría de Extensión de la UNCuyo.
El equipo que lleva adelante el proyecto tiene experiencia extensionista, habiendo participado de las anteriores convocatorias, por lo que, en cuanto al impacto del proyecto, se pretende, en esta nueva instancia, llegar desde la escuela al hogar, educando desde la escuela urbano-marginal a niños, logrando así alcanzar a sus familias para que adquieran correctos conocimientos nutricionales y bromatológicos.
Este equipo, coordinado por la docente Gladys Dip, está conformado por estudiantes, docentes, egresados y personal de apoyo académico de las carreras de Licenciatura en Bromatología, Ingeniería Agronómica, Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, Diseño Gráfico y Odontología.
La escuela 1-212 Antonio Zinny, a la que asisten unos 500 alumnos, fue fundada en 1910 y originalmente asistían familiares de empleados ferroviarios.
Por su antigüedad, el edificio de la institución ha sido declarado bien histórico y forma parte del Patrimonio de Mendoza. Actualmente gran parte de los alumnos pertenece a una “población con vulnerabilidad socio-económica, los niños en su mayoría habitan en villas de emergencia” del departamento de Luján de Cuyo.
La propuesta de proyecto incorpora prácticas de educación popular como uno de los métodos para lograr su objetivo.
Así, por ejemplo, se usarán técnicas teatrales mediante las cuales los extensionistas se encargarán, a través del juego y la diversión, de reforzar los mensajes tratados por el resto de los extensionistas de acuerdo a cada temática.
Gonzalo Yanzón, estudiante de Licenciatura en Bromatología, dijo que los talleres del proyecto comenzaron “con la presentación de los personajes Limpito y Saludable; la primer temática fue higiene personal y lavado de manos.
A los niños se les explicaba por qué habían bichos en las manos” a través del teatro.
Gladys Dip, coordinadora del proyecto, explicó que hubo talleres en los que, por ejemplo, participó “una odontóloga que hizo un taller; nos encontramos con chicos que nunca habían ido al odontólogo y hubo una práctica en la que ellos se higienizaban”. Gonzalo agregó que en el último de los talleres, “se integró todos los temas; se hizo una obra en la que estaba el Dr. Muelita y Bromito, se les iba preguntando e iban asimilando lo que habíamos visto. Los personajes ayudaban a reforzar los temas”, expresó el estudiante.
Además, el equipo buscará que la comunidad transmita sus saberes para comprender cómo viven según sus condiciones, como así también “adaptar los conocimientos que da la Universidad a la situación real de la comunidad”. De esta manera se pretende lograr el intercambio de saberes relacionados con la calidad e inocuidad de la alimentación que deben consumir las personas para tener buena salud, teniendo en cuenta las condiciones de vida y la disponibilidad de recursos de la comunidad a trabajar.
Respecto al diálogo de saberes, Gonzalo dijo que aprendieron “muchísimo, descubrís que hay distintas realidades”. Gladys añadió que los estudiantes fueron entendiendo, “a medida que pasaban los talleres, que con una charla simple llegaban más que con un taller tipo clase”.
El resultado esperado del proyecto es que los niños “adquieran y sean transmisores de buenos hábitos relacionados con la correcta nutrición y manipulación de alimentos”, justificando su sostenibilidad en que aquellos de más edad, que van a egresar del establecimiento a corto plazo, serán instruidos para que puedan ellos mismos desarrollar productos alimenticios nutritivos, elaborados adecuadamente bajo normas de higiene y calidad.
Sobre la relación de la Universidad con la comunidad, la docente y coordinadora aportó que para ella “está bueno esto de llegar a la comunidad con los proyectos. Sería bueno unificar, trabajar con una misma población varios proyectos. Probar no hacer proyectos tan aislados, sino sobre una sola y hacer un seguimiento más a largo plazo”.
Por su lado, Gonzalo agregó que aún “la comunidad la ve muy alejada a la Universidad; ven como que sos universitario y sos mas que ellos. Uno más que nada viene a querer “imponer” algunas reglas. Yo veo que eso es lo que ellos piensan”, afirmó.
Este Proyecto pertenece a la Convocatoria 2012 de Proyectos Mauricio López. Para más información, comunicarse al 4135000 int.3011/3076 o al correo proyectosml@uncuyo.edu.ar
Contenido relacionado