No se quería arribar a conclusiones desde la unidimensionalidad de la organización, por esto se elaboró un cuestionario online para que los más de 600 expositores puedan opinar y elaborar, entre todos, una mirada más amplia sobre los alcances del evento. Aquí se da a conocer una breve sistematización de esos aportes.
Una de las características de este Congreso, con respecto a los anteriores, es la concurrencia que tuvieron las mesas de trabajo que en muchos casos superó la de las conferencias. Esto supone un gran interés de los extensionistas por las contribuciones que deja el trabajo diario en el campo y en la ejecución del proyecto.
Para que un debate sea enriquecedor y permita poner en crisis los conocimientos y prácticas de la academia, tiene que tener un contenido amplio. La perspectiva y la conformación heterogénea de las mesas, permitió una perspectiva integral respecto de los movimientos sociales y su relación con la Universidad, y viceversa, enfatiza uno los extensionistas.
Se destaca la necesidad de participación para constituirle una nueva identidad a la extensión universitaria. Desde la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Claudia Beatriz Tello, afirma que las actividades de extensión deben ser el pulso tanto de los procesos sociales vigentes en todas sus dimensiones como de los procesos educativos que producen las universidades en un momento y un espacio específicos. También señaló que jerarquizar las actividades de extensión en cada Unidad Académica, planificarla en términos de política universitaria y promover tanto la interdisciplina como la intersectorialidad proveen al intercambio de saberes en pos de la transformación de la sociedad y de la optimización de los recursos educativos con que ésta cuenta.
La revalorización de la extensión dentro de la universidad abarca tres ejes. En un primer momento se espera que la extensión, como una de las funciones esenciales de la universidad, tenga la misma relevancia que la docencia y la investigación; pero a la vez, que se diferencie en sus fines y objetivos. Ante esto, Stella Ramírez, también de la UNLP destaca que en su mesa de trabajo hubo consenso en cuanto a la necesidad de legitimar a la extensión como espacio propio que requiere de la integración de diferentes campos del saber. Por otro lado se pone acento en las capacidades de los espacios de extensión en espacios complejos como cárceles y centros de detención y como articuladores entre la universidad y los distintos espacios de la sociedad civil.
El trabajo mancomunado debe nacer desde y con la comunidad. Al respecto Rosario Zavala, graduada de la UNCUYO; dijo que la extensión es tanto mejor para quienes participamos como extensionistas como para quienes participan como receptores de la experiencia. En el sentido que genera experiencia. Por su parte Cristina Gutiérrez de la Universidad Nacional de Luján, afirmó que hay que impulsar la Extensión Universitaria como una práctica concreta y sustentable.
En otra línea, se propuso incorporar al nivel medio en los proyectos de extensión universitarios y la posibilidad de articular las herramientas de la educación popular en un espacio de educación formal, como por ejemplo, en la escuela nocturna.
Un pedido que estuvo presente en todos los debates y exposiciones: la necesidad de incorporar la extensión a la currícula de los estudiantes. Así se podrá acceder a una formación integral en el camino de conjugar el compromiso social con calidad educativa.
Desde la SEU se agradece a todos quienes contribuyeron, con sus aportes y opiniones, a fortalecer la función extensión en la universidad y en la sociedad.