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Extensionistas trabajan por la autogestión del Comedor Inmensa Esperanza

El proyecto integrado por estudiantes, docentes, graduados y personal de apoyo de las Facultades de Ciencias Agrarias e Ingeniería, llevan adelante actividades junto a las madres y niños del comedor para la autogestión de la asociación que desde hace 12 años ayuda a la comunidad de Carrodilla, Luján de Cuyo.

imagen Extensionistas trabajan por la autogestión del Comedor Inmensa Esperanza

Biblioteca ubicada en el lugar donde funciona el Comedor

El proyecto Comedor Inmensa Esperanza: una propuesta para la autogestión sustentable surge a partir de la iniciativa de algunos estudiantes sobre como colaborar con el comedor.

El Comedor se encuentra en Carrodilla, Luján de Cuyo; administrado por la Señora Juana Chaves, quien desde hace doce años consigue donaciones de alimentos que prepara junto a algunas mamás de la zona y otros voluntarios en su domicilio particular, ya que no poseen un edificio propio. Además, la señora Chaves y algunos voluntarios organizan otras actividades como cursos de carpintería, peluquería y costura para ayudar a las personas desocupadas a conseguir trabajo. “Actualmente están trabajando en un proyecto gastronómico, para preparar a jóvenes y adultos como mozos/as y cocineros/as, con un objetivo más ambicioso de poder ofrecer servicios para fiestas y así dar trabajo, además de obtener dinero para comprar alimentos”, afirmó Mónica Guitart, coordinadora de la iniciativa.

El proyecto “comenzó en la época de la crisis por el impacto de la desnutrición que vimos en los chicos. Nuestra tarea es contener ayudar a muchas familias de escasos recursos. Empezamos poquitos pero ya somos más de 20  miembros” agregó Juana.

El Comedor asiste con alimentos (almuerzos y colaciones) a unas 350 personas (no conocen exactamente el número) por día entre bebés, niños y adolescentes (algunos judicializados), embarazadas, personas discapacitadas, adultos desocupados y ancianos.

Para cubrir las necesidades alimentarias diarias de las personas más carenciadas y en estado de desnutrición que asisten al Comedor, se entregan bolsones con los alimentos necesarios para realizar colaciones y comidas durante el resto del día.

Desde el Proyecto Mauricio López se apuesta a la gestión autosustentable del Comedor. En este sentido, estudiantes, docentes y personal de apoyo académico de las Facultades de Ciencias Agrarias e Ingeniería trabajan en varias iniciativas en el lugar. Por un lado, se ha llevado a cabo el desarrollo de un plan de negocios de los diferentes productos que se elaboran en el comedor, principalmente gastronómicos. Por otro lado, “estudiantes de Agrarias realizaron talleres de seguridad alimentaria destinados a las madres que colaboran en la cocina del comedor. Además han armado una huerta orgánica y le han enseñado a los niños a trabajar con la huerta”, agregó Mónica.

En esta línea, también se plantearon los estudiantes poner en funcionamiento una biblioteca. “El objetivo es que los chicos cuenten con el material bibliográfico que puedan necesitar en la escuela. Gracias a la colaboración de la Ediunc y muchas donaciones hemos podido empezar con la biblioteca del Comedor”, explicitó Claudio Fazio bibliotecario de la Facultad de Ingeniería e integrante del equipo.

Por último, el equipo espera que lo logrado en estos 9 meses de trabajo pueda seguiradelante en los años venideros.

Este Proyecto de Extensión  integra una de las 40 iniciativas que se ejecutaron durante el 2012 pertenecientes a la Convocatoria 2011 de los Proyectos de Extensión “Prof. Mauricio López”. La misma llegó a 6.100 destinatarios directos a través de 500 extensionistas y 105 organizaciones sociales e instituciones públicas. 

 

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