El Seminario de Prácticas Sociales Educativas (PSE), cerró el semestre con un coloquio final en el que los estudiantes reflexionaron sobre lo transcurrido y compartieron las enseñanzas de su aprendizaje en comunidad. Esta instancia de reflexión formó parte de la evaluación continua del desempeño de los estudiantes durante el último semestre y sirvió a la vez para evaluar las fortalezas y debilidades de esta propuesta pedagógica innovadora.
Durante el coloquio, Fabio Erreguerena, Secretario de Extensión Universitaria, destacó la participación activa del Consejo Asesor y la decisión de jerarquizar la función extensión y fortalecer la integración de funciones. Los secretarios/as de extensión de las facultades, definieron comenzar con esta experiencia piloto para vincular al aprendizaje comunitario con la dinámica pedagógica y el trayecto curricular de los estudiantes universitarios. Erreguerena afirmó que esta experiencia “tiene una enorme riqueza para la Universidad, porque nos da insumos claros y concretos de cómo enfocar esto en otra escala. Hemos tenido muestras claras de la ecología de saberes, del aprendizaje situado que pone en cuestión esta relación de dominación que hay entre el saber académico y los demás saberes que son tan validos como cualquier otro”.
Una experiencia innovadora
Con el objetivo de hacer real el compromiso social universitario, la Universidad Nacional de Cuyo comenzó esta experiencia piloto que tiende a reconocer el valor educativo de la extensión como función pedagógica. El Seminario-taller de PSE fue reconocido como materia optativa o electiva en cinco facultades de la UNCuyo con vistas a ampliar la oferta a todas las unidades académicas en un futuro. Odontología, Educación Elemental y Especial, Ciencias Agrarias, Ciencias Políticas y Sociales y Ciencias Aplicadas a la Industria son las facultades que aprobaron la realización de este seminario acreditándolo como contenido curricular.
La UNCuyo se sumó de esta manera a un conjunto de universidades nacionales que han incorporado el aprendizaje en comunidad al trayecto curricular de los estudiantes apuntando a su formación integral y a una interacción pertinente de los universitarios con la sociedad a la que pertenecen.
Esta primera experiencia de curricularización de la extensión (de integración entre docencia y extensión) comenzó a fines de agosto de 2012 y se extendió hasta diciembre entre horas de clase en aula y horas de clase en territorio. En todas participaron tanto estudiantes, monitores y docentes como los referentes de las organizaciones con las que se trabajó.
Estas prácticas combinaron algunos ejes que ordenan el trabajo:
El aprendizaje comunitario: que propone una reorganización de los roles en las relaciones educativas, superando la tradicional fórmula educador-educando y proponiendo un aprendizaje continuo y horizontal. En este sentido, se promueve una multiplicidad de relaciones educativas (docente-estudiante, estudiante-docente, estudiante-estudiante) que son desconocidas en la pedagogía tradicional. Además, y esto es fundamental, se agrega un nuevo actor educativo: el actor comunitario, que es portador de saberes, capaz de aprender y enseñar desde la experiencia.
También el territorio es un eje a partir del cual se determinan los objetivos y las metas. En el territorio es posible un aprendizaje situado, es decir que se aprende poniendo en juego teorías y a medida que se buscan soluciones concretas a problemáticas que existen en un contexto determinado. El seminario se desarrolla en el Barrio La Gloria (G. Cruz), el Barrio Yapeyú (Las Heras), la penitenciaría provincial de Boulogne Sur Mer, y Rama Caída (San Rafael). En todos los casos, la universidad ha tenido un trabajo previo que se pretende profundizar retomando acciones del Programa Padre Jorge Contreras y del Programa de Proyectos de Extensión Mauricio López.
La interdisciplina es otro eje organizador del las Prácticas. Para responder a una realidad compleja hace falta un abordaje complejo. Los estudiantes de las diez carreras que participan por el momento, trabajan en equipo junto a docentes, monitores y organizaciones sociales en los cuatro territorios.
Al respecto, Ezequiel Morales, estudiante de Comunicación Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, expresó que “el abordaje transdisciplinar no fue tan sencillo como leímos en los últimos textos, nos costó aportar colectivamente a ese problema y no sumando individualidades. Sin embargo, sobre el final del semestre comenzamos a encontrarle la vuelta. En la comunidad (del Barrio La Gloria) surgió la necesidad de la huerta y ahi nos pusimos a pensar como podíamos intervenir interdisciplinariamente.”
También es importante destacar que cada uno de los estudiantes pudo redefinir y recrear sus conocimientos teóricos poniéndolos en juego en situaciones reales. Al respecto, Emanuel Sánchez Varretti, Docente de Ingeniería en Industria de los Alimentos, expresó que “el enfoque estuvo relacionado con buscar que actividades podían hacer los estudiantes que le sirviera a la comunidad y que a su vez tuviera relación con lo que estudia cada uno”.
Asimismo, a partir de este tipo de experiencias se favorece la creación de nuevas relaciones entre los estudiantes y las organizaciones sociales. Fabiana Orozco, integrante de la Radio Los Sueños del Barrio Yapeyú de Las Heras dijo: “No tienen ustedes idea de la magnitud del impacto que dan a la gente en las comunidades. Los chicos van al barrio por el proyecto pero ya estando ahí, se olvidan del proyecto, pasan a ser amigos, uno más de la radio”.
El seminario de Prácticas Sociales Educativas
Todos los actores involucrados comenzaron su cursado de 80 horas cátedra junto a las organizaciones de los cuatro territorios en los que se intervendría luego. Fueron tres encuentros iniciales que combinaron lo teórico y lo vivencial. Luego de la primera clase de presentación del seminario, realizada en la Escuela Padre Arce del Barrio La Gloria, los estudiantes participaron de dos talleres teóricos realizados en la universidad. Los encargados del desarrollo de los talleres fueron Humberto Tommasino, de Uruguay, y Nestor Cecchi, de Mar del Plata, dos docentes reconocidos internacionalmente por su producción alrededor del tema de la extensión y el compromiso social universitario. En estos dos talleres se trabajó principalmente sobre conceptos y metodologías para una intervención comunitaria transformadora y respetuosa de la comunidad.
Luego de estos primeros encuentros, los estudiantes y docentes de las diez carreras se organizaron en cuatro equipos, uno por cada territorio, que trabajaron junto a las organizaciones sociales hasta diciembre de este año. En cada territorio se abordaron problemáticas diferentes, correspondientes a cada contexto. Para aportar a la resolución de esas situaciones, los equipos comenzaron con un proceso de diagnóstico que incluyó ténticas de educación popular como el Mapeo de Problemas y el Mapeo de Actores.
A partir de allí, los equipos interdisciplinarios realizaron acciones para fortalecer los procesos que ya se estaban dando las organizaciones con las que se trabajó. Esto es importante destacarlo ya que muchas veces las intervenciones se realizan “desde afuera” desconociendo los procesos, las personas y las experiencias que se tienen dentro de los territorios. En las PSE, el equipo de monitoreo tuvo como tarea central el garantizar el mutuo respeto y el diálogo creativo entre universidad y comunidad, conociendo que ambas son heterogéneas.