Nos atrevemos a descender y navegar ese universo artístico en busca de los seres fantásticos de origen creativo.
Inaguramos el ciclo “BESTIAS, charla con creadores”, que invita a grandes exponentes de la escena artística argentina a compartir relatos sobre sus obras, la reflexión sobre la creación, los proceso creativos, sus grandes obras y su influencia en las distintas épocas hasta llegar a la escena contemporánea.
“Bestias” incentiva la interacción entre los actores culturales como partícipes de las construcciones de las escenas específicas, compartiremos con los protagonistas de la escena cultural argentina, charlaremos con “bestias de la creación”. Es abierta a todo público y de carácter gratuito.
Sobre LUIS FELIPE “YUYO” NOÉ
Luis Felipe Noé (1933) ha marcado la escena del arte a escala nacional desde los años sesenta hasta la actualidad con su obra pictórica, sus planteos de ruptura y sus escritos tanto teóricos como críticos. En 1965, en su libro Antiestética, Luis Felipe Noé expresó la necesidad de asumir el caos, no en oposición al orden, sino como una nueva dinámica de funcionamiento de un mundo en permanente cambio. En sintonía con el pensamiento científico, el artista concibió desde entonces la inclusión del caos dentro de la teoría y la práctica.
Los distintos ejes que atraviesan su obra:
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Conciencia histórica
El artista aparece como testigo de su época para apropiarsela y evocarla a través de la cita, la denuncia y la ironía. Para Noé, toda cita al pasado tiene sentido siempre que su eco resuene en el presente y se proyecte hacia el futuro, por lo que incluye referencias a la historia argentina y a la historia del arte universal.
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Visión fragmentada
Noé divide la obra para mostrar distintas realidades coexistentes. Consciente de sus coordenadas geográficas y temporales, replica en las formas la fragmentación que observa en la sociedad. Este razonamiento lo lleva a entender el caos y la otredad como partes del mismo sistema.
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Las instalaciones
Como parte de sus indagaciones estéticas, Noé ha trabajado su pintura en relación con el espacio circundante. En 1962, realizó Mambo, con la que comenzó a explorar la vinculación con el espacio al dividir el plano en dos y dar vuelta el bastidor. Luego agregó marcos sobre las obras, las recortó, las rearmó para generar otras. A partir de este proceso de construcción y deconstrucción de cada pieza, nacieron sus instalaciones. Cuando vivía en Nueva York, produjo una serie de instalaciones, en su mayoría, destruidas, en las que buscaba sumergir al espectador en su universo del caos. En Buenos Aires, realizó otras obras complejas, de las cuales El ser nacional (1965) es la única que se conserva. En 1967, incursionó en sus ambientaciones con espejos planos cóncavos, y en 2011, elaboró una síntesis utilizando tres espejos. Treinta años más tarde, Noé retomó las ideas de la década del 60: creó dos instalaciones, Instauración nacional (1994) y Reflexiones con texto y fuera de contexto (2000), donde también incorporó espejos. En 2014, volvió a plantear obras tridimensionales e instalativas. Esta vez, introdujo el volumen irregular, lo que le permitió sumar formas más orgánicas y de tres dimensiones.
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La línea y el paisaje
Desde 1957 hasta la actualidad, puede rastrearse la línea a mano alzada que recorre el papel y la tela. En los años 70, la línea y el color se unen en sus obras para enunciar la naturaleza como sinónimo de la vitalidad latinoamericana. Así inicia un camino de superación de los límites entre el dibujo y la pintura que será su sello distintivo en los trabajos posteriores a 2003.
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Sus escritos
Los escritos de Luis Felipe Noé, desde mediados de los años 50 del siglo XX hasta la actualidad, construyen el devenir de su pensamiento- acción en contrapunto de su producción artística. Sus múltiples enfoques como teórico, crítico de arte, prologuista, narrador, pensador han marcado la escena del arte local.
Luis Felipe Noé atenderá a la prensa el sábado de 10:30 a 11:30 en el Hotel ---!!!!
Correo de consulta: indcreativasuncuyo@gmail.com