Este proyecto busca que la Cooperadora Comedor Inmensa Esperanza se desarrolle como organización de manera autosustentable. El Comedor es un espacio de educación, formación y contención de Carrodilla. Trabaja hace doce años consigue donaciones de alimentos, donde mamás de la zona y otros voluntarios, cocinan, preparan bolsones de mercadería, realizan cursos de carpintería, costura y peluquería, llegando a unas 360 personas aproximadamente.
El proyecto Mauricio López comenzó en el 2012 y se trabajó con la comunidad una huerta orgánica y la conformación de una biblioteca.
Para el 2013, el equipo se ha propuesto vincular con instituciones estratégicas para estructurar asociativamente su cadena de valor, implementar la biblioteca, formar personas desocupadas o subocupadas para el autoempleo, poner en marcha la huerta, concretar el sistema de cuotas de asociados y apoyo escolar en matemáticas.
Mónica García Tello, coordinadora de la iniciativa explicó al respecto “como equipo, nos hemos dividido en 3 comisiones para trabajar los objetivos propuestos. En la comisión de educación los extensionistas dan apoyo escolar a los chicos de la Escuela que asisten al comedor. En la comisión de desarrollo personal y productivo trabajamos para que los papás que llevan a sus chicos al comedor puedan emprender sus proyectos productivos y; en la de economía social apostamos al desarrollo de un modelo administrativo de la asociación para que pase de una gestión informal a una formal, donde haya un aporte y voluntarios estructurado como equipo”.
El Comedor se encuentra en Carrodilla, Luján de Cuyo; administrado por la Señora Juana Chaves, quien desde hace doce años consigue donaciones de alimentos que prepara junto a algunas mamás de la zona y otros voluntarios en su domicilio particular, ya que no poseen un edificio propio. Además, la señora Chaves y algunos voluntarios organizan otras actividades como cursos de carpintería, peluquería y costura para ayudar a las personas desocupadas a conseguir trabajo
El proyecto “comenzó en la época de la crisis por el impacto de la desnutrición que vimos en los chicos. Nuestra tarea es contener ayudar a muchas familias de escasos recursos. Empezamos poquitos pero ya somos más de 20 miembros” agregó Juana.
El Comedor asiste con alimentos (almuerzos y colaciones) a unas 350 personas (no conocen exactamente el número) por día entre bebés, niños y adolescentes (algunos judicializados), embarazadas, personas discapacitadas, adultos desocupados y ancianos.
Por último, Mónica concluyó “el trabajo de la Universidad se completa a través del aporte de los saberes adquiridos por la propia comunidad en la ejecución cotidiana. Compartir las experiencia de liderazgo y trabajo en equipo en una institución social y saberes culturales heredados que aplican en sus prácticas de trabajo.
Para más información sobre esta iniciativa, comunicarse al 4135000 int.3011/3076 o por correo electrónico a proyectosml@uncuyo.edu.ar