En el marco de las exhumaciones en el Cuadro 33 del Cementerio de Capital, la antropóloga brindó una charla sobre el proceso de búsqueda de restos. Además explicó el rol que desempeña el Equipo Argentino de Antropología Forense en dicho proceso y en la iniciativa latinoamericana de identificación de personas.
La charla-debate fue organizada por el vicerrectorado de la UNCUYO. Desde allí se coordina el proyecto que apuesta a la “recuperación y puesta en valor del material que se desarrolla, a través de la investigación del Tribunal y de los antropólogos, y que ayuda a descubrir la verdad”, comentó Gustavo Kent. De esta iniciativa, participan las Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Educación Elemental y Especial y Filosofía.
Asimismo, el vicerrector aseveró que el proyecto “tiene que ver con una obligación de la Universidad de plantearnos estos temas que nos vinculan con la realidad social política histórica argentina”. Y “aportar, a partir de la mirada científica, a esta realidad histórica porque cuando la verdad sale a la luz la sociedad se enriquece”.
Por su parte, Anahí Ginarte comenzó su disertación agradeciendo porque “para nosotros es importante sentir que nuestro trabajo involucra a todos los actores de nuestra sociedad y la UNCUYO está haciendo un registro de lo que hacemos”. Luego, reflexionó sobre el proceso de búsqueda de restos y el trabajo específico que realiza el EAAF. Al respecto, explicó y describió las 3 etapas de la investigación forense: recuperación de fuentes orales y escritas; formulación de hipótesis de la ubicación de los restos; recuperación arqueológica del cuerpo y evidencias y; devolución a los familiares.
Durante la charla, ilustró su relato con fotografías de diversas excavaciones. Comentó que “en Venezuela, encontramos muchos cadáveres con sogas y alambres atados al cuello o a las manos y con ropa puesta”. En reiteradas oportunidades, ésta última sirvió como evidencia para identificar a una persona. En Argentina, en cambio, “la mayoría de los desaparecidos fueron ingresados a la morgue y allí les sacaron la ropa. Por ello, muy pocas veces hemos encontrado vestimenta en las fosas”.
Al mismo tiempo, resaltó la importancia del trabajo interdisciplinario en la búsqueda arqueológica “durante toda la investigación”. También destacó lo mucho que significa para ellos que los familiares y la comunidad estén presentes durante la búsqueda porque “nos recuerda lo importante que es para la sociedad este proceso”. “En Mendoza hay un grupo numeroso de familiares que nos hace el aguante con su carpita”.
Al finalizar la charla, en diálogo con los asistentes, le preguntaron acerca de los avances de la búsqueda en el Cuadro 33 y respondió que” no se pueden dar a conocer datos hasta que el Tribunal Federal los de a conocer”. Pero confirmó que, en el país, ya se han identificado 500 cuerpos, entre los que se cuenta los 144 reconocidos a través del banco de datos genéticos.
Surgimiento de EAAF
Con el retorno de la democracia, en 1984 las abuelas de Plaza de Mayo pidieron ayuda a científicos estadounidenses y se crea el banco de datos de sangre de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Así fue como el Dr. Clyde Snow vino a Argentina y, como primera hipótesis, comienza a investigar sobre la posibilidad de muerte de los desaparecidos. Por ello, solicita los libros de registro de los cementerios y descubrió que “la mayoría de las inhumaciones, durante la dictadura, correspondía a jóvenes, específicamente, mujeres”. Además, observó que la causa de muerte era violenta.
En este contexto, Snow reunió a estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata y con su colaboración surge el Equipo Argentino de Antropólogos Forense.
Los objetivos del EAAF son exhumar los restos, investigarlos, identificarlos y devolverlos a los familiares para el sepelio; aportar evidencia a la justicia y; contribuir a la reconstrucción histórica de lo que sucedió en el país.
El EAFF no sólo trabaja en Argentina sino que ha llevado a cabo instigaciones en varios países latinoamericanos, europeos y asiáticos.
En este momento, el Equipo se desempeña como perito de parte del Tribunal Federal en los juicios por los Derechos Humanos. En ocasiones, también, ha sido convocado a declarar en los juicios, como fue el caso del Juicio de Etchecolatz y Margarita Belén.
Iniciativa latinoamericana para la identificación de personas
Desde el 2007, el EAAF lleva adelante esta iniciativa que “se da justo en este contexto de búsqueda y de avances en la bioquímica”, comentó Ginarte.
Consiste en la toma de muestras de sangre de los familiares de desaparecidos y la obtención del ADN de las mismas y de los restos óseos para la comparación
La comparación se realiza a través de un software que diseñaron científicos estadounidense para la identificación de las personas que fallecieron en el ataque a las torres gemelas. El EAAF firmó un convenio que garantiza la capacitación de bioquímicos argentinos para que continúen el proyecto en nuestro país.
De esta manera, se creó el laboratorio de análisis genético del EAAF, ubicado en Córdoba, que integra al banco de sangre de 5000 familiares y las 600 muestras óseas.
Cuando se realiza una exhumación, se compara el ADN extraído de los huesos con la base de datos genéticos, hasta el momento ya se han identificado a 144 personas.