Ediciones Norma presenta “Elisa. La rosa inesperada”. Es una novela concebida en la ruta, en los bares, en habitaciones de hotel, en paseos por el cementerio. En una salita de emergencias, a través de la ventana de un micro.
En junio de 2016 Liliana Bodoc emprendió un viaje por rutas argentinas. Quería hacer una nueva experiencia de escritura fuera del escritorio. Moviéndose en busca de una historia. En un principio, cuando esta novela aún no tenía título, la llamaba “la novela viajera”. En su recorrido fue mandando enviando a su editora, Laura Leibiker, textos, poemas, audios, fotos.
La novela sobrevuela el tema de la trata de personas. Sin mencionarlo explícitamente, sin ponerlo en esas palabras, Elisa -la protagonista- es víctima de este delito. La editorial Norma brindará información didáctica contra este delito con el apoyo de la Fundación María de los Ángeles, para acompañar a este libro que llegará a los colegios.
El 8 de agosto en la provincia de Córdoba se lanzó la novela en el que se dió el encuentro entre Micaela Verón, hija de Marita Verón, y la autora. “Muchas veces durante la escritura de la novela se me apareció el rostro de Marita”, dijo Liliana Bodoc. Ese material con las anotaciones y sus pruebas de escritura; con todas las emociones a flor de piel y sus reflexiones sobre la literatura y el lenguaje quedó registrado en el blog: www.elviajedelilianabodoc.com.ar.
En la presentación se venderán ejemplares y, además habrá sorpresas. El evento se llevará a cabo el jueves 26 de octubre a las 19:00 en la Nave Universitaria, Maza 250 de Ciudad.
Sinopsis de la novela
Su primera canción de cuna fue una cumbia. Después, cuando Naranja Dulce –el grupo de canto y baile de sus padres- salió de gira a buscarse un futuro, Elisa se quedó con su abuela en Santa Fé,–entre la plancha y el rociador- , y eligió otra música. Sin grandes anhelos, aceptó una invitación de su tía que prometía un paisaje diferente -el de Jujuy- y algunas palabras en inglés. Pero el diablo se interpuso y empujó su destino hacia el norte del norte. Así llegó a Tilcara, donde allí, una voz de niña de piedra y el silbido de un viejo la alertaron del peligro. Elisa siente la amenaza en el cuerpo, y solo aliviará su pena cuando encuentre la música de sus propias palabras.