Los contextos amigables son aquellos que favorecen la participación e inclusión de las personas con autismo en todos los ámbitos de la vida. Se trata de construir entornos que sean accesibles, comprensibles y adaptados a las necesidades de cada persona.
La 6ta edición del ciclo de capacitaciones sobre Autismo es organizada por Autismo Mendoza, Madres-Padres autoconvocados autismo, el Consejo Social de la UNCUYO, Municipalidad de Rivadavia y OSEP (Obra social de Empleados Públicos)- Delegación Rivadavia.
Participaron como disertantes la Lic. en fonoadiologìa, Carolina Gomez y la Lic. en Psicologìa Carina Montero (Equipo de estimulación temprana OSEP), además intervinieron el Prof. en educación primaria Heber Perez, y la psicóloga Social Nerina Villegas, junto a Verónica Torres y Celeste Leiva (Asociación Autismo Mendoza). Asistieron a la jornada familias, educadores/as, estudiantes, terapeutas y público en general.
La actividad recibió la declaración de interés de la Honorable Legislatura de Mendoza, a través del proyecto presentado por los Diputados Mauricio Di Cesare y Claudia Salas. También fue declarada de interés departamental por el Honorable Concejo Deliberante de Rivadavia, por iniciativa del Concejal Luis García Llauró.
En la jornada se abordaron diferentes temáticas:
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¿Qué son los contextos amigables?
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¿Cómo construir contextos amigables en diferentes entornos?
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La importancia de la familia y la escuela en la creación de contextos amigables.
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Experiencias de familias con hijos con autismo.
Los contextos amigables para personas con autismo son espacios diseñados para proporcionar un entorno seguro y comprensivo que facilite la participación y el aprendizaje de individuos en el espectro autista. Estos entornos suelen caracterizarse por su baja estimulación sensorial, con iluminación suave, colores neutros y una disposición ordenada y predecible del espacio.
Además, se prioriza la comunicación clara y directa, con instrucciones simples y visuales que ayuden a comprender las actividades y las expectativas. La flexibilidad y la adaptabilidad son clave, permitiendo ajustes según las necesidades individuales de cada participante. Se fomenta también el respeto por las preferencias personales y se promueve una atmósfera de aceptación y comprensión mutua entre los participantes y facilitadores.
En estos contextos, el énfasis está puesto en crear un ambiente inclusivo donde las personas con autismo se sientan cómodas y empoderadas para desarrollar sus habilidades y participar plenamente en las actividades.
Estos contextos también se extienden a entornos escolares y familiares. En la escuela, implica aulas estructuradas y adaptaciones curriculares. En casa, se prioriza el apoyo emocional, rutinas predecibles y comunicación clara, creando un ambiente propicio para el bienestar y el desarrollo de las personas con autismo.