El proyecto “Creación de una cultura bromatológica” surge con el fin de brindar herramientas para prevenir intoxicaciones en la manipulación de alimentos y mejorar las prácticas alimentarias.
Es el segundo año que se ejecuta este proyecto en el marco de los “Mauricio López”. Esto se debe a la buena recepción e interés mostrado por las personas que concurrieron a los talleres durante el 2010. Los mismos, se enfocaron en la capacitación de inspectores municipales y referentes de Comedores comunitarios, escuelas albergue y jardines maternales de Maipú, Lavalle y Godoy Cruz.
Este año, las actividades están dirigidas a microemprendedores urbanos y rurales y productores artesanales en San Martín y Godoy Cruz. Asimismo, se trabaja con los comedores comunitarios y jardines maternales de la zona.
Los extensionistas del proyecto consideran importante interactuar con la población sobre los criterios de prevención y riesgos por enfermedades transmitidas por los alimentos. “Con el objetivo de que los microemprendedores se sientan más seguros cuando realizan las tareas de manipulación de alimentos y formar criterios conjuntos”.
Apostando al diálogo y al intercambio de saberes, el coordinador Alejandro Ceresa, comentó que en esta nueva etapa “decidimos cambiar la estrategia de intervención “. “Descubrimos que ellos realizan prácticas bromatológicas que en muchos casos son correctas. Por ello, primero escuchamos sus conocimientos y luego los aconsejamos para mejorar las técnicas y procedimientos que realizan”.
En este proceso, se brindan charlas y talleres para concientizar sobre el valor de la inocuidad de la alimentación en la salud. “Buscamos un consenso de todas las prácticas bromatológicas, las que ellos practican y las que nosotros hemos estudiado”, comentó Teresa Hiramatsu, extensionista del proyecto.
Por su parte, la extensionista Luciana Sanz sostuvo que “la gente se interesa y pregunta mucho y cuenta lo que hacen. Además nos preguntan como hacer esto o como mejorar aquello”. En contraparte, a los estudiantes “les es sumamente útil que conozcan la realidad que los rodea”.
En los próximos meses los talleres se extenderán hacia los departamentos de Lavalle, Maipú y La Paz.
La entrevista a los extensionistas se realizó en el marco de los coloquios que se llevan a cabo en el proceso de acompañamiento, desde la SEU, a los proyectos en ejecución.
La iniciativa forma parte, junto a otras 34, de los Proyectos de Extensión Universitaria que apuestan a fortalecer la relación Universidad-Sociedad, entre otros aspectos. Al respecto, los extensionistas coincidieron que “es fundamental porque hasta hace unos años estábamos separados. Por un lado la Universidad que tiene el conocimiento científico y, por otro la gente que cree que no puede tener acceso a ella”. Agregaron “estas propuestas son el puente entre Universidad y sociedad para el dialogo, después de muchos años de no-dialogo”.
Con estas acciones, la SEU pretende favorecer la calidad educativa junto al desarrollo del compromiso social para colocar a la educación superior al servicio de la resolución de los problemas socialmente relevantes. Y, de esta manera, revertir la tendencia autorreferencial de la academia.