Es el tercer año que el equipo
extensionista lleva adelante este proyecto que tiene por objetivo valorar los espacios comunitarios culturales
y generar en estos ámbitos procesos de indagación filosófica que permitan
compartir y resignificar los saberes académicos y comunitarios.
En años anteriores, el equipo integrado por docentes, graduados y estudiantes de
la Facultad de Filosofía y Letras trabajó en las comunidades de Tunuyán,
Lavalle y Las Heras. En esta
oportunidad, la iniciativa se desarrollará en tres espacios culturales
comunitarios: la Biblioteca popular de Mirta Vivante (Las Heras), la biblioteca
popular de vista Flores (Tunuyán) y la Fundación “Vínculos estratégicos” (El
Algarrobal, Las Heras). Los integrantes de estos espacios son niños, jóvenes y
adultos.
Los extensionistas abordan una nueva concepción de filosofía considerándola como una práctica y no una teoría. Para esta práctica en espacios comunitarios es pertinente considerar una doble dimensión: por un lado un aspecto procedimental orientado a propiciar prácticas dialógicas de carácter filosófico que involucren a distintos actores comunitarios en procesos de indagación. Por otro parte pretendemos señalar que la indagación comunitaria se realiza en torno a un eje vertebrador, un tópico, que surge de la necesidad de problematizar aquellas cuestiones inherentes a la vida comunitaria. Estos procesos tienen como finalidad la elaboración y resignificación de conocimiento colectivo en los diversos espacios comunitarios, generando una experiencia de si y de los otros en vistas a la emancipación.
“Entendemos que es posible llevar adelante procesos comunitarios de indagación en estos espacios, donde cada integrante se comprometa e involucre activamente en torno a un tópico y mediante estrategias adecuadas para debatir, consensuar, argumentar y compartir ideas significativas y relevantes para la vida de la propia comunidad y para el encuentro entre comunidades”, explicó Cristina Rochetti, coordinadora del Proyecto.
“Sostenemos que es posible conocer con otros, aprender para emanciparse y emanciparse para reconocernos. La originalidad de nuestro aporte radica en que sostenemos que estas prácticas son filosóficas y por eso mismo promueven la experiencia de sí y la experiencia de los otros, de un modo distinto y alternativo al propuesto por otros saberes disciplinares”, agregó el equipo.
La dinámica consiste en encuentros con la comunidad en la que se problema, la discusión y la resignificación de conocimientos abordados sobre identidad, educación, emancipación y filosofía, entre otros. Las diversas actividades tienen por objetivo rescatar la cultura y los conocimientos populares de la comunidad.
Esta iniciativa, junto a 38 iniciativas, pertenece a la Convocatoria 2012 de los Proyectos Sociales de Extensión Universitaria “Prof. Mauricio López”. Con estas acciones, la SEU busca favorecer la calidad educativa junto al desarrollo del compromiso social para colocar a la educación superior al servicio de la resolución de los problemas socialmente relevantes. Y, de esta manera, revertir la tendencia autorreferencial de la academia.
Desde el 2008, se han financiado 120 proyectos en los que participaron más de 1.370 extensionistas entre docentes, estudiantes, egresados y personal de apoyo académico. Las iniciativas abordaron distintas problemáticas y sus acciones alcanzaron a más de 26.000 destinatarios directos en gran parte del territorio provincial gracias al trabajo junto a más de 250 organizaciones sociales e instituciones públicas.