Después del trabajo realizado a lo largo del año y de los vínculos establecidos a partir de prácticas conjuntas  con referentes comunitarios, organizaciones sociales y personas privadas de libertad el Programa P. Jorge Contreras de la SEU-UNCUYO cerró el año, reconociendo que una de las riquezas de la identidad latinoamericanos es la vocación por celebrar el trabajo realizado. Al finalizar el 2011 se confirma la valoración de la función extensión, como praxis transformadora de la realidad que se está viviendo en las Universidades Pública  Argentina, en sintonía con la reflexión latinoamericana sobre esta función. Es por ello que es significativo celebrar el trabajo conjunto con la mirada puesta en la evaluación de las prácticas llevadas a cabo a lo largo del año y la redefinición de estas para el año entrante.

Una grieta de vida entre paredes de encierro…

El miércoles 28 de diciembre se le dio cierre al Proyecto “Prácticas Agrícolas en Contextos de Encierro”. Este se trata de la producción agrícola por parte de personas en contexto de privación de libertad y el acompañamiento de estudiantes de Agronomía. Se ejecutó desde julio a diciembre del 2011 y continuará con su desarrollo a partir de la segunda quincena del mes de enero.

En el encuentro de cierre, en el que participó el Secretario de Extensión Universitaria Fabio Erreguerena y el equipo del Área de Proyectos Sociales de la SEU-UNCUYO, se entregaron certificados tanto a los detenidos que han formado parte del grupo que participó del armado y mantenimiento de la huerta como de los extensionistas que acompañaron este proceso. Al mediodía y junto con la entrega de certificados Cristian, Rafael y otros  prendieron el fuego y cosecharon de  su propia producción para compartir un almuerzo, a lo que expresaron “para nosotros esto es un sueño, nunca imaginamos trabajar juntos con gente de afuera sin que nos den ordenes y ahora poder hacer unos “choris” para comer con ustedes que son de la universidad”. En el momento de la elaboración Claudio dijo “Es la primera vez que podemos comer lo que nosotros producimos”.

A partir, de una revisión del proceso realizado surgió la motivación de ampliar la huerta y avanzar sobre un terreno abandonado donde estaba proyectada la realización de una cancha de fútbol. Natalio interno del penal comentaba “acá ya hay dos canchas de fútbol y si podemos agrandar la huerta vamos a poder hacer que vengan más chicos para aprender del trabajo con la tierra que es algo que para muchos puede ser trabajo”. Ante esta demanda los extensionista presentaron una propuesta de ampliar la huerta a las autoridades del Complejo Penitenciario, quienes autorizaron la ampliación del proyecto. Federico estudiante de agronomía expresó “para nosotros es la posibilidad de aplicar la teoría en un contexto concreto, ya que en la facultad nos enseñan a trabajar en escenarios ideales cuando, empecé a estudiar nunca imaginé en hacer esto en la cárcel” 

La radio comunitaria es la realidad que nos pasa…

Este año se llevó a cabo entre el grupo de mujeres de la Radio Los Sueños, el Programa Jorge Contreras, la Fundación de la UNCUYO y la Fundación Minetti, en el Barrio Yapeyú de Las Heras el Programa de Capacitaciones y Fortalecimiento Institucional en dicha radio.

El proceso comenzó en mayo de 2011, con reuniones entre las mujeres de la radio y el equipo del Programa P. Jorge Contreras para revisar las potencialidades, necesidades y búsquedas a las que podían responder las capacitaciones. Así se definieron los temas, la metodología de trabajo, la convocatoria a talleristas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (estudiantes, graduados y personal de apoyo académico) y también militantes sociales que participan activamente de radios comunitarias.

El martes 27 de diciembre por la mañana se realizó la evaluación de este proyecto que tuvo como principal objetivo acompañar un proceso ya en marcha en la comunidad, dando lugar y fortaleciendo el liderazgo y la trayectoria que el grupo de mujeres tiene en la radio. Liliana, Fabiana, Nancy, Rossana, Gabriela, Mónica, Daniela, Roxana, Fabiana, Rodrigo y Javier (los únicos varones del grupo) son las voces de esta historia. El cierre del año los encontró con un pan dulce y una sidra, evaluando qué significa la radio para todos los que participan. En primer lugar, la radio es “mi espacio, es mi lugar, donde puedo hacer lo que me gusta, es un espacio para mí”, comentó Rossana. Y también “la radio está buenísima, acá yo perdí la vergüenza… yo era la más vergonzuda, pero ahora soy una de las que más habla”, agregó Toti (Roxana). Pero si hay algo que queda claro y todas aseguran es que “la radio comunitaria no es un montón de teoría, como quizás otras veces nos quisieron enseñar, lo bueno de las capacitaciones de este año fue que todos sabemos que la radio comunitaria es la realidad que nos pasa, es lo que está pasando en el barrio”, sentenció Nancy, sin dejar lugar a dudas.

Y el lugar que hoy ocupan los niños y jóvenes es uno de los sueños de estas mujeres, que ven en ellos al futuro de la radio. “Fue mi mamá la que me trajo, yo estoy acá por ella, ella fue la que me mostró el maravilloso mundo de la radio”, comentó Rodrigo, hijo de Nancy, de 10 años. Este año Rodrigo aprendió, junto a las mujeres y otros jóvenes, a manejar los equipos de la Radio y el año que viene tendrá su programa junto a Priscila, hija de Liliana. Y para terminar, cuando se le  preguntó qué mensaje dejaría para la gente de la Universidad dijo: “que vengan a la comunidad y tengan su programa”.