Desde el 2011, los extensionistas trabajan en esta propuesta de abordar la filosofía desde otra concepción. “La filosofía puede ser considerada como una teoría o como una práctica. Es decir, como una actitud que es posible hacer con otros tomando la inagotable riqueza de la tradición filosófica como un hilo conductor. Nosotros sostenemos la idea de que es una práctica entendiéndola como ejercicios de pensamiento, de argumentación, de intercambio que, partiendo del asombro, la sospecha y la valoración de la propia subjetividad, permitan el encuentro y la mutua formación”, explicó el equipo extensionista.
Este año, trabajarán con la comunidad de la Biblioteca popular de Mirta Vivante y la Fundación “Vínculos estratégicos” en Las Heras y, con el terciario de Tunuyán “Toribio Luzuriaga”.
El equipo utiliza estrategias de indagación comunitaria de la práctica de filosofía con niños y jóvenes. Como así también prácticas de la educación popular que posibilitan una visión más compleja de la educación y de la historia como proceso de construcción colectiva.
“Proponemos la filosofía funcionando en espacios comunitarios donde circulan ciertos saberes propios de una comunidad que quizás no están formalizadas como estamos acostumbrados a verlos en la escuela, pero también son saberes”, comentó Andrea Suárez, extensionista del Proyecto
Por su parte, Paola Depetris, agregó: “la finalidad del proyecto es la retroalimentación. Ver como se ha construido el conocimiento hacia adentro de la Universidad y si, al ser interpelado por la realidad, está en consonancia o no. Por ello, intentaremos volcar situaciones problema que aborden la cuestión de la emancipación”. La misma es posible a partir de la educación en todas sus formas y el reconocimiento que ella permite del “otro”. “La historicidad y la regionalización nos permiten ver esta categoría como posibilidad y liberación”. La actividad humana de emanciparse implica una praxis continua para modificar el presente. En este sentido, “la autogestión es un punto clave en nuestra propuesta. Ella es posible si ponemos en valor los espacios comunitarios y las experiencias que en ellos se pueden generar”.
Paola puntualizó que “este tipo de prácticas de encuentro de la Universidad con la comunidad es una deuda social de la Universidad y de nosotros, como profesionales, con la sociedad. Salir de la Facultad de Filosofía y Letras para potenciar lo que sabemos solamente en una escuela, limita muchísimo el campo verdadero que tiene la filosofía”.
Este proyecto ha sido un desafío para el equipo porque “interrogó nuestras bases epistémicas”. “La filosofía está planteada de manera abstracta y teórica y quedan excluidos muchos campos”.
“La cuestión de la extension universitaria concebida como que la Universidad tiene que llevar el conocimiento a la sociedad, no tiene sentido sino es en conjunto con la comunidad”, concluyó.
Experiencias comunitarias filosóficas es uno de los 40 Proyectos de Extensión “Mauricio López” que se ejecutarán durante el 2012 y que llegarán a 6.100 destinatarios directos a través de 500 extensionistas y 105 organizaciones sociales e instituciones públicas.
Para conocer o participar de estas iniciativas ingresar en www.uncu.edu.ar/extension o comunicarse al 4135000 int.3011.
Una experiencia que se repite
En la anterior convocatoria de los Proyectos Mauricio López, se ejecutó Prácticas Filosóficas en contextos culturales populares no formales. La iniciativa proponía sacar a la filosofía del claustro Académico y llevarla en forma de práctica a la comunidad. Con ello, se intentó poner en valor los espacios comunitarios culturales que permiten la resignificación de los saberes y prácticas sociales
La dinámica consistió, al igual que este año, en la problematización, discusión y revalorización de conocimientos abordados sobre identidad, educación, emancipación y filosofía, entre otros. Las diversas actividades rescataron la cultura y los conocimientos populares de la comunidad.
Se trabajó con el Jardin “Pepe Grillo” y la Biblioteca Popular de Vista Flores en Tunuyán y con una comunidad Huarpe de La Asunción, en Lavalle.
En la Biblioteca Popular se realizaron las prácticas a partir de los relatos y registros de la comunidad. En La Asunción, los extensionistas invitaron a los habitantes casa por casa, allí respondieron los jóvenes y el grupo de teatro.
Por último, en el Jardín trabajaron la pregunta como algo propiamente filosófico.