Participaron del
encuentro cerca de noventa representantes de universidades de Uruguay, Brasil y
Argentina, además de invitados especiales de trayectoria en la materia y en
problemáticas afines específicas, como Alcira Daroqui, Alejandro Kaufman y
Marta Laferriere, entre otros. Los expositores coincidieron en que el ingreso
de la Universidad a la cárcel quiebra su lógica de encierro y asume una de las
tantas deudas que tiene la universidad pública latinoamericana.
Desde la UNCuyo viajó un contingente integrado por 10 tutoras estudiantiles, los docentes coordinadores de las facultades de Filosofía y Ciencias Políticas y 3 personas de la coodinación de PEUCE. La participación en las Jornadas tuvo por objetivo profundizar la formación de los tutores y coordinadores.
Durante los días de
debate se repasó la trayectoria de las universidades públicas y se discutió
acerca de las materias pendientes en lo relativo a la garantía del ejercicio de
derechos culturales, con calidad y compromiso en estos contextos.
El evento fue organizado por el Programa Universitario en la Cárcel de la Facultad de Filosofía y Humanidades y el Programa Universidad, Sociedad y Cárcel de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Córdoba. La convocatoria congregó a especialistas en la temática y universitarios de Argentina, Brasil y Uruguay para debatir sobre las experiencias del actuar de la Universidad en las cárceles. La apertura de las Jornadas estuvo a cargo del rector de la Universidad de Córdoba, Francisco Tamarit, y el decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Diego Tatián, y la vicedecana Beatriz Bixio.
Con el mismo ímpetu
de dialogar entre quienes trabajan en este ámbito, se creó la Red Interuniversitaria de Derechos Humanos
y Educación Carcelaria del Mercosur. Esta red reunirá a universitarios de
Argentina, Brasil y Uruguay que impulsan experiencias de formación superior en
contextos de privación de libertad. Se propone que el intercambio de docentes y estudiantes, la
realización de proyectos de investigación conjunta e incluso de instrumentar
una carrera de posgrado para las universidades integrantes.
"Estas acciones demuestran un gran avance en materia de educación universitaria en contexto de encierro. Hay una decisión política de las Universidades de ingresar a los penales para que todos los detenidos puedan acceder a estudios universitarios que condice con el proceso que hay en Latinoamérica de concebir a la educación como un derecho y no un beneficio", concluyó Leandro Ortega del equipo PEUCE- UNCuyo.