En la noche previa a su cumpleaños número 32, Federico Daniel Acevedo Rosas asesinó a su ex pareja, Carla Janet Del Souc, docente de 27 años. En un mercadito de Rivadavia, la atacó y luego intentó quitarse la vida. Un femicidio más, una realidad que nos golpea y nos duele.
El viernes pasado, en la UNCUYO, debatimos sobre los alcances de la figura legal del femicidio y travesticidio. Hoy, esas palabras se transforman en una ausencia irreparable. La violencia de género no es un concepto abstracto: es la muerte de Carla, es la prueba de que seguimos en peligro, de que nos siguen arrebatando sueños, proyectos y vidas.
Este crimen nos recuerda que la violencia machista persiste y se alimenta de un sistema que nos cosifica y nos despoja de derechos. No es la confianza, la cercanía o el amor lo que nos protege: es la justicia, la educación y una sociedad comprometida en erradicar la violencia de género.
Hoy es Carla. Mañana podría ser tu amiga, tu compañera de estudio, de trabajo. Mañana podrías ser vos. No es un hecho aislado ni un "crimen pasional". Es un problema estructural que sigue cobrándose vidas.
Nadie nos devolverá a Carla. Ni a Micaela, ni a Araceli, ni a Chiara. No somos una cifra en una estadística. Somos mujeres que queremos vivir sin miedo, con libertad y dignidad.
Con dolor y rabia, exigimos justicia.