Ante la reciente distinción otorgada por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) a quienes participaron como convencionales en la reforma constitucional de 1994, en la cual se incluye a Mauro Aguirre, quien fue exonerado de la Universidad Nacional de Cuyo por estar acusado de siete casos de abuso sexual, violencia psicológica, violencia física, violencia simbólica, mientras el era docente universitario y ellas eran sus alumnas.
Los hechos ocurrían en el contexto de la agrupación estudiantil AUN, de la cual Aguirre era el "líder". El docente aprovechaba esta agrupación política para generar los hechos denunciados.
Caso inflexive y profundamente doloroso para nuestra comunidad y principalmente para quienes trabajamos a diario por la garantía de los derecho y políticas que buscan equidad entre los géneros. Siendo, además, que este Consejo Superior declara institucionalmente en septiembre año 2022 su preocupación, acompañamiento y solicita avance en la investigación de este caso.
Por todo ello, solicitamos que siguiendo esta línea se solicite a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL que, atendiendo a la buena voluntad, se redima y rectifique este reconocimiento a Mauro Aguirre. Las razones no son solo éticas, sino que constituyen una ofensa a nuestra Universidad y a las principales afectadas por esta situación. Sino que también, tienen implicancias directas en el juicio, perjudicando a la parte querellante de dicha causa.
En la sesión del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Cuyo, celebrada el pasado miércoles 28 de agosto, se decidió solicitar formalmente a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que rectifique la distinción otorgada a Mauro Aguirre, exdocente de nuestra universidad.
La solicitud de rectificación fue planteada por la consejera del claustro de Egresados, Paula Zelaya, quien apeló a la buena voluntad de la UNL, entendiendo que la distinción fue otorgada a un grupo de personas que participaron en la reforma constitucional, sin considerar la situación particular de Aguirre. Zelaya subrayó "La necesidad de rectificar este reconocimiento, dado el impacto negativo que podría tener no solo en la reputación de nuestra universidad, sino también en el proceso judicial en curso, afectando a las víctimas."
Es crucial destacar que tanto la Dirección de Género como el Instituto de Estudios de Género y Mujeres (IDEGEM) y hemos tomado conocimiento de esta situación y apoyamos plenamente esta solicitud. La rectificación de esta distinción no solo es un imperativo ético, sino también un acto de justicia hacia quienes han sufrido y continúan sufriendo las consecuencias de estos graves hechos.
Nuestro deber - siempre - será mantener la memoria activa frente a los aberrantes hechos.