La exploración estuvo dirigida por el Dr. Fernando E. Novas, Investigador Principal del Conicet en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, Buenos Aires. El grupo de exploradores estuvo integrado por personal del Conicet, incluyendo al técnico profesional Marcelo Isasi, el investigador Federico Agnolín, los becarios Mauricio Cerroni, Matías Motta, Sebastián Rozadilla, Mauro Aranciaga-Rolando y el técnico Federico Brisson Egli.
Una de las principales misiones del equipo era la de reencontrar el esqueleto de un enorme dinosaurio que fuera originalmente descubierto por el geólogo argentino Francisco Nullo en 1980.
En una quebrada que se abría a un gran acantilado estaban los restos de un gran dinosaurio de cuello largo. Vertebras y huesos largos reposaban bajo la mirada guardiana del glaciar Perito Moreno que resplandecía a lo lejos. Este animal era un nuevo dinosaurio herbívoro, un ornitópodo no más grande que un caballo. Sin embargo este animal no viajaba solo. “Tuvimos la suerte de colectar los restos de al menos 6 individuos, entre los que encontramos adultos y crias en distintos estados de desarrollo. Esto es un hallazgo increíble que nos da una pista sobre cómo era la vida de estos animales” dice Sebastián Rozadilla,
Entre toda esta fauna de 70 millones de años se destacan dos nuevas especies de dinosaurios herbívoros: el gran saurópodo Nullotitan glaciaris y el ornitópodo Isasicursor santacrucensis.