En este proyecto internacional participan investigadores de la UNAM. “Este análisis marca la culminación del trabajo colaborativo de varias generaciones de investigadores de más de 10 países en el mundo durante dos décadas que, además muestra la trascendencia del trabajo en colaboración”, explica la investigadora del Instituto de Física, Mariana Vargas-Magaña, quien participa en el proyecto SDSS desde 2008.
Las publicaciones resumen el análisis final del experimento eBOSS, acrónimo en inglés de “Sondeo espectroscópico extendido de Oscilaciones Bariónicas”, que tiene como objetivo explorar la expansión acelerada del Universo a través de las mediciones de espectros de más de dos millones de galaxias y cuásares.
La finalización del experimento eBOSS es un logro mayor en cosmología con sondeos espectroscópicos porque gracias a él, y las 500 páginas de investigaciones recién publicadas, se tiene un análisis exhaustivo del mapa tridimensional más grande del Universo jamás creado, llenando los vacíos que se tenían en la exploración de su historia.
Para crear el mapa que cubre los últimos seis mil millones de años, el equipo utilizó galaxias luminosas viejas rojas. Para cubrir regiones más lejanas, usaron galaxias azules más jóvenes. Finalmente, para mapear el Universo aún más lejano, llegando hasta más de once mil millones de años en el pasado, se usaron cuásares, que son galaxias brillantes iluminadas por material que cae sobre un agujero negro supermasivo central. Cada una de estas muestras requirió un análisis cuidadoso para eliminar contaminantes y revelar los patrones del Universo.
Imagen: El mapa del SDSS se muestra como un arco iris de colores, ubicado dentro del Universo observable (la esfera exterior, que muestra las fluctuaciones en el fondo cósmico de microondas). Estamos situados en el centro de este mapa. El recuadro para cada sección del mapa codificada por colores incluye la imagen de una galaxia o cuásar típico de esa sección, y también la señal del patrón que el equipo de eBOSS mide allí. Al mirar a lo lejos, miramos hacia atrás en el tiempo. Por lo tanto, la ubicación de estas señales revela la tasa de expansión del Universo en diferentes momentos de la historia cósmica. Créditos: Anand Raichoor (EPFL), Ashley Ross (Ohio State University) y SDSS.
Nota completa: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2020_605bis.html