Ambos son estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional de Cuyo. Mario Bustillo (17) y Julieta Vejling (20) conforman el equipo de integrantes que resultó ganador de la 2º edición del Hackaton “NASA Space Apps Challenge 2019” impulsada por la organización Mars Society y patrocinada por la Agencia Espacial de Estados Unidos que tuvo lugar en Mendoza del 17 al 19 de octubre.
Durante la primera parte del concurso, el equipo logró alzarse con el primer puesto de la competencia y también fueron seleccionados por la gente como el proyecto con mayor impacto, destacandose así, de los otros 17 equipos participantes. De esta manera, avanzaron hacia la segunda fase donde compiten a nivel internacional junto con grupos de todo el mundo.
De los 25 desafíos del hackaton, basados en problemáticas a resolver propuestas por la NASA, los ganadores elaboraron el proyecto Bio Trashwale, constituido por un submarino robot pequeño cuya función principal es eliminar las micro y nano partículas de plástico presentes en el océano. Funciona a partir geolocalización (capacidad de conocer su ubicación real) lo cual permite que el dispositivo llegue a aquellas zonas donde se presentan mayor cantidad de basura acuática como por ejemplo el Océano Pacífico.
En cuanto a su estructura interna, el submarino se encuentra dividido en tamices cuya dimensión se van reduciendo. El primer tamiz, el más grande, tiene una apertura de cada uno de sus orificios de 0.38 milímetros. Al irse achicando cada vez más, las partículas quedan captadas por el sistema de filtración sin perjudicar la vida marina. El robot es capaz de recoger hasta 38 kg de desechos microplásticos.
“Estamos muy contentos con el resultado obtenido, ahora estamos esperando los resultados en diciembre, para conocer si calificamos como finalistas” comentó Julieta. “En esa etapa quedan seleccionados 30 equipos y luego vuelven a elegir 6, que resultarían ganadores. El premio es un viaje al Centro Espacial Kennedy para el lanzamiento de un cohete espacial”.
La realización del proyecto no fue fácil, considera Mario. “El equipo se fue armando de a poco, algunos nos conocíamos entre sí, pero personalmente nos encontramos por primera vez durante la primera jornada del hackaton”. Marketing, música e ingeniería son las disciplinas de los diferentes estudiantes que componen al equipo. “Esto habla de los objetivos de la competencia, de la resolución de desafíos que impactan a nivel mundial, por ejemplo relacionados con salud o ambiente, en donde la multidisciplinariedad enriquece la posibilidad de encontrar formas de abordarlos”, cerró Mario.
Julieta y Mario son los únicos representantes UNCUYO que participan a nivel mundial, en esta segunda fase de competición. Ambos son aficionados a todo lo relacionado con robótica y temáticas aeroespaciales. Estudiantes de primer año de la Facultad de Ingeniería y aspirantes a la carrera de Mecatrónica (también de la misma facultad), destacan que los conocimientos aprendidos a lo largo de este primer año de cursado, les sirvieron para la elaboración de este proyecto que les otorgó el primer puesto. “Nuestro interés por la robótica es lo que nos llevó a este desafío, estamos sumamente satisfechos con lo logrado en términos de aprendizaje y realmente anhelamos seguir aprovechando cualquier instancia que nos permita desafiarnos y mejorar”, concluyó Julieta.