Por Natalia Frías
Agencia Taller - Departamento de Sociedad y Movimientos Sociales
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La Campaña Mundial contra la Pobreza es una iniciativa de redes y organizaciones humanitarias en el ámbito mundial, comprometidas con el cambio social. El objetivo es lograr un diálogo con los gobiernos de aquellos 189 países que firmaron la Declaración del Milenio. En ésta, sus líderes se comprometieron a “liberar a todos los hombres, mujeres y niños de las lamentables e inhumanas condiciones de extrema pobreza” antes del 2015; a partir de allí se armaron plataformas en los distintos países.
En la nación existen alrededor de 500 organizaciones adhiriendo a la campaña, cuya principal propuesta es “Ningún hogar pobre en la Argentina” y una serie de medidas tendientes a analizar la distribución de las riquezas con la generación de políticas universales de protección a las poblaciones más vulnerables.
En Mendoza, en el seno de las Organizaciones Sociales Autoconvocadas, se decidió adherir y promover la campaña. Como se hará también en otras provincias, se entrega a los legisladores -aquellos que se sientan comprometidos con esta causa- las propuestas, tanto en lo nacional como en lo provincial. “Para el caso de la provincia de Mendoza nosotros venimos trabajando incidiendo sobre la necesidad de algunas políticas específicas. Proponemos concretamente la universalización del seguro adolescente, el fortalecimiento de las tareas comunitarias tendientes a la atención de la población más vulnerable (que se desarrollan en las distintas comunidades), la protección de las mujeres de más de 45 años, el fortalecimiento de la economía social y la legislación CEOS (Centros Educativos de Origen Social). Estas son algunas de las propuestas que creemos que tanto a nivel legislativo como ejecutivo, promoverían acciones eficaces en torno a la erradicación de la pobreza en la provincia”, así se refirió Rosa Goldar, presidenta de la Fundación Ecuménica de Cuyo, quien a su vez fue la responsable de abrir el diálogo en la Legislatura.
Las organizaciones locales que se hicieron presente fueron: el movimiento de Desocupados de Lulunta, Fundación Ecuménica de Cuyo, FEDEM, Cáritas, Avime, los chicos de La Cara Sur, Tierra de niños, Fundación Prosumidor, Asociación de Amas de Casa, Polo Social, Niñez y Adolescencia en Conflicto con la Ley, Asociación San José. Todas como parte de las 30 organizaciones autoconvocadas en la provincia.
En los primeros párrafos del documento –lejos de un lenguaje técnico- claramente se ilustra una realidad socioeconómica acostumbrada a la “vista gorda”, sobre todo en épocas de campaña electoral.
Lo concreto es que en el siglo XXI, 58 mil personas mueren cada día por el hambre y enfermedades de fácil prevención. Este número o cifra fría, representa a millones de seres humanos. En América Latina, 221 millones de personas conviven en situación de pobreza y 97 millones en la indigencia.
En la Argentina, datos oficiales hablan de 14 millones de pobladores pobres y más de 5 millones de indigentes. La concepción de la pobreza también habla de territorio. Mientras en las provincias del norte de cada 100 familias, 60 son pobres; en la región pampeana y el sur del país esa proporción baja a 40 de cada 100. Esta concentración de la riqueza en determinadas regiones se repite en las zonas urbanas. Así lo demuestra la existencia de pequeños sectores de opulencia y grandes áreas de marginación en los conglomerados. Gran parte de la población más vulnerable se encuentra no sólo excluida de las metas del nuevo milenio sino también del lazo social o pacto implícito entre los miembros de una sociedad.
En la mañana del martes “tenemos un día un poco complicado. Hay cesiones del senado, comisión de juicio político, y existen otras comisiones funcionando pero bueno... los distintos bloques manifestaron la intención de estar presentes” dijo amablemente Guillermo Carmona, vicepresidente primero de la Cámara baja. Presentes también se encontraban el Diputado Garro (presidente de la comisión de educación), el Diputado Biancinelli (presidente del bloque justicialista) y la Diputada Mazino (bloque demócrata). “Agradecemos que nos hallan acercado este material, esta inquietud, y les proponemos concretamente que generemos en la legislatura de Mendoza un foro permanente sobre esta temática. Esto se puede hacer en la medida en que a ustedes les interese” agregó Carmona. Su delatado interés es poner en valor a la Legislatura como un espacio público de debate para todos estos problemas estructurales que vive nuestra sociedad. Sumó también la intención de que “puedan disponer, no solamente del espacio físico sino también de la presencia de los legisladores para trabajar esta problemática”.
Por otra parte y ya finalizada la reunión, Agencia Taller dialogó con algunos de los impulsores de este llamado. “La campaña que se lanza tiene una continuidad con acciones concretas” dijo Nicolás Vargas, representante del área de jóvenes de la Fundación Ecuménica, y agregó que “un siguiente paso en lo local es la Cumbre de los Pueblos en noviembre (del 1 al 5 en la ciudad de Mar del Plata) y seguir dando difusión y tratamiento a los temas vinculados a la pobreza”. Él entiende que el tema de la pobreza está muy relacionado a la distribución de la riqueza y que “sin una discusión profunda sobre esto, la pobreza sigue siendo un factor casi imposible de erradicar”.
Una experiencia organizada
Durante la jornada de esa mañana también se encontraba Vicente Antolín, quien explicó que “las organizaciones sociales autoconvocadas son las que han tomado la posta de esta campaña contra la pobreza con el objetivo de concientizar a la ciudadanía y al poder público de lo que llamaron el objetivo del milenio. Hasta la fecha, esto queda como una simple declaración de principios y no se ha avanzado en hechos concretos ni en políticas efectivas de combate a la pobreza”.
Antolín forma parte del Centro de Desocupados de Lulunta, Maipú. Surgieron alrededor del año 2000 como una necesidad de la comunidad. “Hicimos un relevamiento que nos daba que el 70 por ciento de la comunidad no tenía trabajo efectivo y desde allí comenzamos a trabajar -y a luchar- en primer lugar por el plan trabajar, luego a impulsar emprendimientos productivos como una finca comunitaria en la que trabajamos actualmente. En ella cultivamos tomates, elaboramos nuestra propia salsa para después comercializarla. Generamos entre los vecinos la crianza de conejos y distintas iniciativas, algunas están funcionando, otras se nos cayeron (fracasaron), pero el fin es afrontar la problemática del trabajo que en la zona por lo menos, como en todo el país, es un problema grave que todavía no está totalmente solucionado”.
Lejos de eso, creen que el impulso de políticas activas para el desarrollo de emprendimientos productivos es fundamental para que, asociados con el sector público, se desarrolle una economía social que integre a los sectores que hoy están desintegrados.
Datos, cifras y testimonios nos sugieren que es necesario indagar en las causas y dar respuestas. El reclamo dice “Ningún hogar pobre” y requiere una acción concreta. Cuando la demanda es siempre esperamos que la respuesta no sea nunca.