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03-07 Los Andes: Jóvenes de 16 a 25 dan forma a nuevas leyes provinciales

Pudieron quedarse con la imagen negativa de los políticos o en el comentario -tantas veces repetido- de que nada se resuelve por la vía institucional. Pero prefirieron meter las narices en esto de ser ciudadanos y ayer coparon la Legislatura para defender sus proyectos en una particular sesión del Senado.

05 de julio de 2004, 14:41.

“Si no participás en política, no tenés derecho a criticar”, resumió Liliana Sance su interés por los quehaceres gubernamentales. Ella es una de los veinte jóvenes -de 16 a 25 años- que se anotaron y realizaron las pasantías legislativas (ver aparte).

A primera vista, el aire rejuvenecido de las bancas, los bloques ficticios y el cruce de diálogos simulados saltan como una simpática postal. Pero es mucho más que eso. Algunos de los proyectos estudiantiles de años anteriores hoy se han convertido en artículos o leyes provinciales y tres de los expuestos ayer, ya están en estudio en distintas comisiones del Senado.

María Noelia Forte, estudiante de Abogacía, realizó una investigación sobre la instalación de antenas de telefonía móvil que supera los prejuicios y supuestos que abundan sobre el tema.

La joven probó físicamente cómo las ondas afectan al organismo humano, pero indicó que aún no existen estudios que certifiquen consecuencias cancerígenas. Hasta que la OMS (Organización Mundial de la Salud) se expida al respecto, Noelia propone que el gobierno -preventivamente- prohíba su instalación cerca de sitios públicos, como escuelas u hospitales.

Liliana Sance (5° año de Comunicación Social) y Martín Cortez (4° año de Derecho) despertaron el interés de la Comisión de Cultura con su iniciativa. Se basaron en las dificultades por las que pasan los artistas mendocinos para mostrar sus realizaciones. Así, idearon la creación de la Mendoza Artística, una comisión que arme el cronograma de eventos y busque auspicio en el sector privado.

“El Gobierno debe funcionar como puente-gestor entre los artistas y los empresarios”, explicó el futuro abogado. Su proyecto plantea que los empresarios subsidien los eventos, a cambio de publicidad y de preferencias en las contrataciones del Estado.

En contra de la opinión común, los jóvenes demostraron estar bastante informados sobre los temas de agenda. Entre las propuestas que se discutieron, hay un plan provincial para el tratamiento de los residuos patológicos, el aprovechamiento de la piel de guanaco, un artículo que exija que todos los departamentos cuenten con representantes en el Senado -actualmente San Carlos, Tupungato y Santa Rosa no tienen- y un plebiscito popular para que la gente decida sobre la reforma del Estado.

Hacer las leyes

Este sistema de pasantías funciona en la Legislatura desde 1991 y, en este tiempo, algunas ideas trascendieron los límites de la experiencia y se transformaron en leyes provinciales. Una alumna de Medicina es la autora de un artículo de la ley de Residuos Tóxicos que hoy rige en Mendoza.

Años atrás, otra estudiante de Filosofía y Letras planteó la idea de crear las rutas sanmartinianas, cuando nadie hablaba de ellas. “Cuando se iba a tratar el proyecto de ley, los legisladores la invitaron y aplaudieron su aporte”, recuerda el director del programa institucional, Antonio Dángelo.

Aunque la finalidad del curso es conocer la tarea del legislador, desde adentro, Dángelo se anima a asegurar que “todos tenemos el sueño de ver cumplido nuestro proyecto”. Eso le ocurrió, tiempo atrás, a un alumno del Este mendocino que consiguió habilitar un albergue para los jóvenes de Santa Rosa y La Paz que estudian en Capital. Para ello, la DGE cedió una vieja propiedad.

En estos años, han pasado más de 400 chicos por el programa y el resultado fue positivo. “Las bancas son del pueblo. Nos limitamos a dejar todo en manos de los políticos”, expresó Federico Macri, un futuro estudiante de Ciencias Políticas.

Federico realizó una encuesta para ver en qué ocupan los jóvenes su tiempo. El resultado lo alentó a sumar una hora cátedra en la EGB3 que fuera dictada por alumnos de escuelas técnicas. Así se capacitaría a los chicos en carpintería, electricidad, etc. y el examen sería una tarea solidaria en algún barrio carenciado.

Legislador por un día

Estas pasantías buscan abrir las puertas de la Legislatura a la sociedad y que los jóvenes se acerquen y puedan analizar cómo nacen las leyes. “Desde afuera, ves que todos los políticos son inútiles. En el trabajo con las comisiones descubrimos que hay gente muy preparada”, soltó un alumno.

El programa se divide en dos cursos anuales. La convocatoria se hace a través de los medios y hay una preselección de los postulantes, pues no se permiten más de 20 alumnos por curso. Para la admisión, se tiene en cuenta: la participación del joven en entidades u organizaciones sociales, los conocimientos en educación cívica y la forma de analizar artículos periodísticos.

El programa comprende una serie de charlas de legisladores, una recorrida informativa por las oficinas del Senado y la elaboración y defensa del proyecto.

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