En el contexto actual que transita hoy la sociedad con la pandemia, la Universidad buscó unificar criterios para que estudiantes con discapacidad puedan acceder, por medio de formato virtual, al contenido de las cátedras de las diversas carreras de la Casa de Estudios.
Se creó una guía para docentes con recomendaciones elaboradas con el aporte de especialistas que integran las áreas de Inclusión de Discapacidad del Vicerrectorado, y de Diversidad funcional de la Facultad de Derecho. La recopilación estuvo a cargo de la coordinadora del Área de Inclusión, Alicia Reparaz, y la referente de esa Unidad Académica, Diana Ruiz.
Las pautas parten de la base de las individualidades de aprendizaje de los estudiantes con discapacidad y apuntan a promover una educación superior inclusiva.
A tener en cuenta
El contenido web normalmente hace referencia a la información que se aloja en una página o en una aplicación, con texto, imágenes, formularios, sonido, entre otros. Se recomienda entonces conocer cuáles son las necesidades educativas del estudiante con discapacidad y para eso preguntarle, de manera privada, sus necesidades. Además, se sugiere que sea el referente de discapacidad de la facultad el que se comunique con él, ya que es con quien ha creado un lazo educativo previo. Los estudiantes con discapacidad poseen sistemas de apoyos (amigos, compañeros de estudios) que ya están colaborando.
La bibliografía que utiliza la mayoría de los docentes es guardada como imagen. Esto implica que el lector de pantalla no la reconozca como caracter, sino como imagen y por lo tanto no lea el contenido e indique (el lector de pantalla) “en blanco”. Resulta necesario adaptarla y hacer accesible los documentos. Se debe tener en cuenta el tiempo de preparación del material en los plazos de entrega de actividades. Recordando lo establecido por el Protocolo de Inclusión de estudiantes con Discapacidad de la Universidad.
El lenguaje debe ser claro, sencillo y con prioridad a las palabras de uso frecuente. Es importante evitar usar estructuras gramaticales complejas para facilitar el acceso a la información a la mayor cantidad de personas con discapacidad.
Usar documentos Word para los estudiantes que tengan discapacidad visual o física y utilicen lectores de pantalla o la función zoom (lupa). Se recomienda utilizar de ese formato las fuentes Arial, tamaño no menor a 14 puntos, evitar cursiva y hacer uso moderado de la negrita, e interlineado de 1,5. Diversos estudios comprueban que resulta más fácil leer un texto alineado a la izquierda que uno justificado.
También se recomienda que los pdf sean creados como textos para que permitan usar la función de “lectura en voz alta”.
Las imágenes deben ir acompañadas de un "texto alternativo” que describa de manera exhaustiva y precisa lo que la persona con discapacidad sensorial no puede ver.
Los lectores de pantalla que utilizan las personas ciegas no diferencian colores, sino que leen textos. Por lo tanto, se sugiere no usar los colores de manera semántica. Además, se recomienda usar buenos contrastes entre fondos y primeros planos porque eso les facilita su lectura.
Las tablas y gráficos deben ir acompañados por un texto descriptivo en lenguaje claro y sencillo. En lo posible se deben evitar . Las fórmulas matemáticas y los diagramas deben ir acompañadas de un texto alternativo que sustituye dicha fórmula, ya que no son interpretadas por los lectores de pantalla.
En cuanto a los videos, éstos deben ofrecer las dos posibilidades: subtítulos y cuadros de Intérpretes de Lenguas de Señas (no todas las personas sordas saben lengua de señas ni todas las personas sordas conocen el español y su gramática); la persona con hipoacusia puede conocer el español escrito, entonces elegirá el subtitulado. De esta forma se garantiza el derecho de recibir información en su propia lengua. Se debe tener en cuenta el tiempo de preparación del material (respeto por el rol específico del intérprete, condición de aislamiento, entre otros elementos que intervienen) en los plazos de entrega de actividades.
Los audios y audiodescripción , en los documentos escritos se agregan "textos alternativos/ aumentativos”. Y en los videos se agrega audiodescripción. Esta pauta debe tenerse en cuenta en situaciones en las que los estudiantes tengan discapacidad visual. La duración del video no debe exceder los 15 minutos cada uno, con los contenidos mínimos de la misma psts guiar la lectura de los textos correspondientes y ordenando los conceptos claves.
Por último cuando se usen redes sociales como WhatsApp, Facebook, Instagram, los mensajes deben ser adaptados. Es decir, los audios deben ser escritos para los estudiantes sordos. Se recuerda que la primera lengua es la de señas y se sugiere usar un lenguaje sencillo y claro. Las imágenes deben ser descriptas para los estudiantes con discapacidad visual, en forma clara y simple.
En cuanto a los periodos de exposición frente a la pantalla de la computadora y las posibilidades físicas de los estudiantes con discapacidad, se sugiere contemplar plazos extras, en caso de ser necesario (teniendo en cuenta la Ordenanza Nº 4/18 del Consejo Directivo de la Facultad de Derecho y la Ordenanza Nº 48 / 18 del Consejo Superior de la UNCUYO)
Información adicional: Interesados pueden consultar como bibliografía el manual práctico para hacer textos accesibles para estudiantes con diversidad funcional. España: Universidad Complutense de Madrid (click aquí); la 3W iniciativa de accesibilidad web (WAI); de la Universidad de Alicante se encuentra disponible el material Accesibilidad digital