Autoconvocados realizaron una toma simbólica en la puerta del teatro municipal y juntaron firmas de adhesión.
Ayer permanecieron por segundo día consecutivo frente al Teatro Municipal Mendoza (TMM), los alumnos de distintas carreras de la Facultad de Artes y Diseño, que se oponen a la venta de ese espacio de la cultura. Se trata de una toma simbólica que pretenden, según expresaron, que la comuna capitalina “no siga sacando elementos del teatro”, ya que -advirtieron- se retiraron butacas de la sala.
La Municipalidad capitalina tiene la intención de vender ese establecimiento, con más de 60 años, con el argumento de que tiene serios problemas estructurales y porque, además, piensa crear otros centros culturales, por ejemplo en el Parque Central, como lo anunció el martes pasado el intendente Víctor Fayad y la secretaria de Cultura, Mariana Juri. Se asegura desde el ámbito oficial que hacen falta 8 millones de pesos para dejar en condiciones el teatro.
Ayer, los alumnos y representantes de instituciones permanecieron todo el día frente al edificio, e inclusive varios docentes de Artes dieron clases públicas en la vereda.
Se sumaron a la resistencia a perder el lugar: la Asociación Amigos del Libro, que encabeza Juan Gustavo Fogale; directores de cine independiente y las asociaciones de Actores Argentinos, que preside David Blanco, y Mendocina de Cine, al frente de la cual está Néstor Moreno. Se vio también en el lugar a titiriteros, bailarines y artistas plásticos.
La colorida expresión de jóvenes actores, con ropaje de actuación y elementos de utilería, le cambió la fisonomía a esa parte de la calle San Juan, que extraña desde diciembre pasado las luces de la marquesina y el deambular del público en cada función.
“Coincidimos con el jefe comunal, que quiere abrir salas en otros lugares; coincidimos, pero no estamos de acuerdo en que tiren este teatro; si se gastan 3 millones en una plaza, también pueden invertir en salvar un establecimiento como éste”, dijo Fogale.
Los estudiantes no sólo coparon el ingreso sino que, también, recorrieron el centro con hojas que hicieron firmar a los transeúntes bajo el encabezamiento “Sí a la restauración”. Encontraron, en general, buen eco.
Otra repercusión partió del Consejo Directivo de la Facultad de Artes y Diseño, de donde egresan los potenciales usuarios de los espacios públicos de la cultura. Ese organismo expresó su rechazo a la decisión de venta del TMM y propuso la conformación de una mesa de diálogo con todos los actores sociales involucrados “para la búsqueda de otras alternativas de solución a los problemas estructurales y de financiamiento que hoy atraviesa ese inmueble”.
La negativa se fundamenta “en la consideración de que el teatro constituye un espacio cultural y patrimonial histórico para la ciudad y la provincia”.
Alguien a quien le duele la actual realidad del local de calle San Juan es la escritora Mercedes Fernández, la última directora del Mendoza. Dejó su conducción en diciembre de 2007. “Ese espacio, mientras lo conducíamos desde la Dirección de Cultura, a cargo de Silvia Cicchitti, no dejó de abrirse ni un solo día, con excepción de los lunes que permanecía cerrado. China Zorrilla decía: ‘Aquí se respira un teatro como la gente”.
La narradora admitió que hace falta un esfuerzo muy grande para repararlo, “porque tiene defectos estructurales que deben ser subsanados, no sin poco esfuerzo, pero más gravoso para la cultura ciudadana es cerrarlo y olvidarse, perdiendo otro espacio de cultura e identidad”. Lamentó que en su gestión no pudo lograrse la declaración de patrimonio cultural para ese bien ya que, de haberlo conseguido, “otra sería la realidad”.
En sectores de la pintura se preguntaron qué destino se dará, de persistir la decisión de demoler el complejo, al mural instalado en 2006 realizado por Ofelia Santos. Esa obra está emplazada en el hall del Municipal.
El nuevo paso que darán los que pelean por conservar esta plaza se concretará el lunes, con un acto público en la esquina de Garibaldi y San Martín, a las 11. Dicen que actores nacionales vendrán a prestar su apoyo.
En tanto, la administración que encabeza Víctor Fayad espera que otra ordenanza del Concejo Deliberante quite a la sala su condición de uso público y le autorice a enajenar el bien.
Vecinos que apoyan la causa
No pocos vecinos se unieron a estudiantes y actores en la cruzada por la restauración. Una de las personas que se acercó a solidarizarse fue María Lemmo Mobilia, quien vive en una casa de departamentos de calle Buenos Aires.
Se acercó a los jóvenes, les pidió planillas en contra de la venta, que el público debía firmar si adhería. “Es mi forma de colaborar”, dijo mientras esperaba las rúbricas de varios alumnos de un establecimiento educativo que funciona en el Centro de Empleados de Comercio (CEC).
El baterista y dueño de una cercana playa de estacionamiento, Iván Caraganopulos, fue expresivo: “El teatro era todo para esta zona; era la seguridad y el movimiento; ahora todo ha bajado, en especial la vida comercial”.