Los incendios que se registraron en el Cerro Arco y sus alrededores en El Challao (Las Heras) en septiembre del año pasado dejaron consecuencias de degradación en el ecosistema del piedemonte mendocino. La facultad de Ciencias Agrarias participa en el equipo interdisciplinario que elabora el diagnóstico y el Plan de Restauración Ecológica en la zona, a través del trabajo de docentes, egresados y estudiantes de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables.
Luego de los siniestros que afectaron más de 30 hectáreas en esa zona de El Challao, se firmó un convenio entre la Fundación CRICYT, la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial y la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la Provincia. El objetivo de ese compromiso fue evaluar y diagnosticar el estado de degradación del ecosistema para luego elaborar un Plan de Restauración Ecológica.
La Fundación CRICYT fue quien convocó a un equipo de trabajo integrado por especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), del Instituto Nacional del Agua (INA) y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO).
De la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables de Ciencias Agrarias colaboran los docentes Daniela Rodríguez, Pablo Villagra y Carlos Passera; los egresados Emilia Fernández y Sofía Dagata; y los estudiantes Guillermo Charadia, Yanina Bucolini, Rocío Fernández y Josefina Segura.
El proyecto tiene dos etapas: inicialmente se realiza un diagnóstico y luego se resolverá qué tipo de restauración es necesaria en la zona afectada.
Diagnóstico y restauración
El proceso de diagnóstico de la flora y la fauna comenzó el 21 de febrero y se prolongó durante todo marzo y lo que va de abril.
El equipo interdisciplinario en el cual participaron los docentes, estudiantes y egresados de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables realizó un monitoreo de flora y fauna con el objetivo de determinar el efecto del fuego y su capacidad de recuperación. Se establecieron 32 sitios de muestreo, distribuidos en cuatro ambientes: bajo cauce, ladera de solana, ladera de umbría y pastizal de altura. En cada uno de ellos se midieron parcelas quemadas y no quemadas.
Una vez finalizadas las tareas de diagnóstico, se determinará si es necesario realizar una restauración activa o si el sistema se recupera de forma pasiva.
En caso de que se realice una restauración activa, se podrían producir plantines este año para llevarlos al Cerro Arco en marzo del próximo año.