Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Ahora no nos torturan con la picana, nos torturan con el menosprecio”

Don Juan Palavecino, actualmente un gran luchador de los derechos de los jubilados, recibió a ATPA en su casa. Recordó sus comienzos en el ferrocarril y su vida de militancia. Analizó el contexto latinoamericano. Y habló, indudablemente, del PAMI.

24 de abril de 2006, 17:36.

Por Mariano Garreta

mariano_garreta@yahoo.com.ar

Departamento de Política

24/04/06 Juan Palavecino es un gran luchador de los derechos de los trabajadores. Desde muy joven participó en el gremio del ferrocarril. Se inscribió en el partido comunista al lado de Benito Marianetti y Ángel Bustelo para “mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores y del pueblo” como él afirma. En 1976, con la dictadura, fue despedido del ferrocarril sin justa causa. Y desde hace muchos años es miembro de la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados del PAMI en Mendoza. Aunque por estos días no puede ir con la frecuencia de antes a las reuniones (por tener artrosis en una de sus rodillas que no le permite trasladarse tanto) don Juan siempre trata de estar presente.

Palavecino, con casi 87 años (los cumple el 18 de mayo próximo), nos abrió la puerta de su casa y habló largo y tendido con ATPA.

- Don Juan ¿Cómo fueron sus comienzos en el ferrocarril y en la actividad gremial?

- Tenía 21 años, el 20 de mayo de 1941, desde entonces empecé como efectivo. Me hice socio de la Unión Ferroviaria y empecé a participar de la lucha del gremio. Y continué treinta y ocho años en el ferrocarril hasta que vino la dictadura del 24 de marzo (1976). Ahí me echaron a mí y a mi hijo más grande que estaba en el taller, era tornero. A mi me echaron sin que hasta ahora pueda saber porqué. Yo fui al juzgado federal a ver porqué me echaban y me dijeron “a usted se lo ha echado por si pudiera cometer un delito más adelante”.

Claro, yo sé porqué me echaron. Yo tengo una ideología: he sido siempre un hombre de izquierda, he sido un comunista siempre. No fui nunca afiliado de ningún otro partido. Estuve muy cerca de los radicales pero no ofrecían ninguna garantía de defensa fiel de los intereses de los trabajadores y del pueblo.

Pero yo he encontrado en la ideología, no en los hombres, lo más exacto, lo más humano que hay. Lo digo con emoción (se les llenan los ojos de lágrimas) porque si supiéramos, nosotros sumando nuestros intereses, nuestros sentimientos… entonces comprenderíamos que no hay ninguna otra cosa superior a esta ideología. No porque yo sea comunista, sino porque la ideología ha demostrado – en los 70 años que duró la Unión Soviética – que se podía hacer otras cosas. Después la traicionaron, se vendieron algunos por plata y aquí está el resultado.

- ¿Está de acuerdo con la actual izquierda en Argentina?

- No estoy de acuerdo en todo. Estoy más de acuerdo con lo que se está haciendo desde el punto de vista de la defensa de la soberanía. Porque posibilita que la gente se eduque políticamente. Hablando de que la gente se eduque: considero que la educación es lo primero que tiene que tener el ser humano. Si no tiene educación no puede razonar. Yo antes creía que debía ser primero la salud y la vida, y tantos tropezones di que aprendí que lo primero es la educación.

Desde el exterior hay algunas cosas positivas. Indudablemente de lo que hace Cuba.

- ¿Y de Hugo Chávez qué opina?

- Considero que es un hombre valiente, un hombre capaz que está aplicando los medios económicos como corresponde, tanto para ayudar a los otros pueblos, como -y primero que nada- al suyo. Por eso tanto odio hacia él.

(Sonríe y se anticipa a la próxima pregunta)... y con lo de Evo Morales que puedo decir: ¡qué grandioso! quinientos años y llegaron los aborígenes a gobernar su propio país.

- ¿Ve un avance en este sentido a nivel latinoamericano?

- Claro y un avance grande. No de casualidad el señor Bush, borracho, criminal, tan parecido a Hitler no puede ahora salir. El  Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en Mar del Plata se fue al tacho. Nos siguen maquinando, indudablemente ellos no van a abandonar la lucha para imponerlo. Pero les cuesta muchísimo. Por eso ahora fraccionan la lucha para imponerlo y quieren hacer convenios unilaterales con los pueblos. Pero se están encontrando con resistencia.

Yo creo que esto va a traer -y ya algo ha producido- un cambio en la mentalidad de los pueblos. Sin que esto signifique que ya está derrotado el capitalismo. Pero se ha abierto una posibilidad muy grande especialmente con la capacidad que tiene Cuba, que tiene Venezuela, que tiene Bolivia. Esperemos que la presidenta de Chile, la señora Bachelet, que ha soportado la muerte de su padre en manos de los torturadores, comprenda que hay que estar.

- ¿Sobre el presidente Néstor Kirchner qué opina?

- Sobre Kirchner, yo lo analizo desde el punto de vista de los intereses nuestros como obreros, como ciudadanos, como jubilados y no estoy de acuerdo con lo que hace. Le da mucho a los derechos humanos, pero en el caso nuestro se comprueba que no hay derechos humanos: no nos atiende. Desde que se ha hecho cargo nunca nos ha dado una audiencia. Especialmente desde la Mesa Coordinadora de Mendoza le hemos pedido infinidades de audiencias y le hemos mandado notas personales. Nunca nos contesta personalmente siempre designa a alguien del gobierno.

Algunas pequeñas cosas, algunos pesos nos han dado. Pero si consideran – el mismo Instituto Nacional de Estadística y Censos(INDEC)- que se necesitan 1700, 1800 pesos para estar sobre la línea de la pobreza, no para que estemos fuera. Entonces ¿qué tendrían que hacer? Tendrían que dar por lo menos 900 pesos. Parece exagerado para mucha gente porque nos tienen acostumbrados a la miseria en que vivimos.

- ¿Qué nos puede decir de la gestión de Graciela Ocaña frente al PAMI?

- Graciela Ocaña me extraña que en una época fue una de las que ayudó a la señora (Elisa) Carrió a descubrir la infamia que se hacía con nuestra plata. Y sin embargo desde que se incorporó, nosotros hemos estado con ella, hemos ido a hablar con ella, nos ha recibido “pero no tengo poder” es lo que nos dice. Y sigue Barrionuevo mandando en el PAMI.

Nunca nos han consultado, han hecho lo que le da las ganas a ella. Y se han quedado con algunos elementos traidores.

Para nosotros, mientras no nos entreguen a los jubilados y pensionados el manejo del

PAMI, lo demás es todo mentira. Vamos a dar el ejemplo de Ocaña que llegó con tanto prestigio, sin embargo ¿qué ha hecho? El primero de mayo se van a cumplir dos años que está la señora Ocaña y ¿qué pasó?.

- ¿Ve que el gobernador Julio Cobos ha hecho algo por los jubilados?

-No, Cobos tampoco. Está demostrado con lo que hace con los trabajadores de la salud, con quienes el pueblo tiene que ser solidario.

Acá el señor Cobos, cuando todavía era candidato, se unió con el señor (Marcelino) Iglesias (titular de la OSEP) queriendo que pasara el PAMI a poder de la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP). Nosotros cuando nos atendemos no pagamos, en cambio en la OSEP tienen que pagar los medicamentos, la atención medica. Qué nos vienen a contar lo que hacen. Entonces claro usted va a la terminal y aparece el aviso de la OSEP, lee el diario y aparece el aviso de la OSEP, con la vacuna (antigripal) aparece el aviso. Pero hay que pagar, aunque sea siete pesos con cincuenta (7,50). Y 7,50 a veces, a nosotros, nos ocurre que no los tenemos.

- Por último, ¿cuál es su deseo?

- Yo quisiera sentarme a discutir con respeto. Respeto por el diferente que tiene otra manera de pensar. Yo tengo una manera de pensar ligada a la vida mía, que es el amor que pongo en todas mis actividades y puse siempre: el amor hacia los demás. Digo que tenemos que ser solidarios entre nosotros: acordarse de que quienes están peor tienen que recibir la ayuda de los demás que estamos mejor. Esta es la filosofía de la Mesa Coordinadora.

Nos pone orgullosos de lo que somos capaces de hacer. Hemos sido capaces de construir el PAMI. Estamos orgullosos de la obra social y reclamamos nuestro derecho de manejarla.

No hay que arrebatarles nada, a los grandes capitalistas, hay que obligarlos porque tienen que ser solidarios, porque la riqueza que ellos disfrutan se la aprovechan de los trabajadores. No les interesa que muera la gente. Por ejemplo los niños: cómo no van a tener sentimientos porque se mueran los niños. Claro, después de haber pasado por las manos de la dictadura hay mucha gente que no le interesa la vida, interesa lo que a ellos se les ocurre. Eso sí, ahora siguen haciendo lo mismo: no nos torturan con la picana, nos torturan con el menosprecio.   

Contenido relacionado