Por Loana Isla Lacuey
Agencia Taller/Departamento de Cultura
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El viernes 9 de setiembre quedó oficialmente inaugurada la Feria del Libro 2005 en Mendoza. En su acto inaugural, y en alusión a Abelardo Arias (personaje homenajeado en la Feria) se llevó a cabo una conferencia dictada por la doctora María Castellino, junto con la colaboración de algunos invitados que leyeron párrafos de algunas de las obras del citado escritor.
La Feria, que en principio iba a concluir el día 19 de setiembre, tuvo que extenderse hasta el sábado 25 de setiembre por problemas con la lluvia en la carpa de los stands de libros, que provocó que el evento se suspendiera durante dos días.
Entre las actividades que se realizaron en la Feria, se encontraron talleres y charlas de escritores destacados de la literatura argentina actual: tal es el caso de Felipe Pigna, quien presentó su nuevo libro “Mitos de la historia argentina 2”. Muchos fueron los personajes que llegaron a la provincia para presentar al público mendocino sus nuevos trabajos. Entre ellos Gabriela Arias Uriburu, quien presentó el sábado 17 el nuevo libro que relata su lucha por la custodia de sus hijos; también Jorge Biggs, con su libro “Desde cualquier punto de vista”, entre muchos otros.
La temática de los eventos y actividades fue muy amplia: desde historia hasta literatura infantil, pasando por exposiciones de arte y representaciones teatrales.
En comparación con la Feria del 2004, la edición de este año contó con una mayor presencia de librerías e imprentas que alquilaron stands dentro de la carpa situada en la Plaza Independencia para exponer su oferta al público, con entrada libre y gratuita.
La realización de la Feria del Libro 2005 se encuentra enmarcada dentro del Plan Estratégico Cultura por Mendoza 2005-2010, que el Ministerio de Turismo y Cultura presentó hace dos meses en el Teatro Independencia, y que cuenta con la colaboración de diferentes sectores para su desarrollo y posterior puesta en marcha.
Críticas a la organización
El acto inaugural de la Feria, en el que se presentó la doctora Castellino, dejó en evidencia una gran falta: no contó con la presencia de ninguna autoridad del Ministerio ni de la Subsecretaría de Cultura. Además de esto, no hubo una buena difusión por parte de la organización del evento, de las charlas y conferencias que se desarrollarían durante la feria. Ejemplo de esto fue la charla de Felipe Pigna, quien hizo referencia a la pobre difusión que desde la Subsecretaría realizaron de su presentación en la provincia.
Como si esto fuera poco, la lluvia causó estragos entre los ejemplares situados en la carpa, los cuales quedaron dañados por el agua y la humedad, provocando grandes gastos y más de una bronca entre los propietarios de las librerías participantes. Tanto las carpas como el piso y demás mobiliario alquilado para la Feria demostraron grandes deficiencias y se vio entorpecida la visita a los stands de los expositores.
La opinión del público fue diversa. “Creo que las instalaciones son muy deficientes y no permitían circular por el recinto con comodidad para ver los libros con tiempo y poder recorrer lo que te ofrecían cada uno. Me parece que dejó mucho que desear en cuanto a la organización y desarrollo de la exposición y de las charlas”, concluye una docente.
“Los precios de los libros no eran accesibles para todo el mundo. No se presentaron libros usados, lo que perjudicó las ventas y no permitió el acceso a los libros por parte de mucha gente”, opina una estudiante de Trabajo Social de la UNCuyo.
Algunos de los asistentes comentaron que la Feria no había cumplido con sus expectativa: “Me da la impresión de que es una feria muy comercial, que se basó en llenar de estanterías unas carpas, pero sin darle importancia real a los eventos y actividades culturales. Yo no me enteré de muchas de las charlas que se realizaron y que me hubiera interesado escuchar. La difusión de los eventos fue muy precaria”, opinó Jorge (26).
La materia pendiente por parte de los organizadores del evento es ahora la de atender los intereses del público y aprender de esta experiencia para que, en próximas ediciones, se logre una mejor y más fluida difusión del evento, y así evitar inconvenientes que impiden que se de la importancia pertinente a los verdaderos protagonistas: los libros.