La rectora Esther Sánchez, junto a autoridades de la secretaría Académica del Rectorado, resolvieron extender las clases en sus escuelas secundarias, tal y como ya se había anunciado oportunamente. La medida obedece a que, frente a nuevos paros y pérdida de clases que conllevan, se registra una necesidad de replanificación de la actividad académica. Entienden que la extensión del calendario escolar contribuirá a que aquellos docentes que no han podido desarrollar lo planificado tengan más tiempo para hacerlo. Y que quienes sí pudieron desarrollar sus planes, puedan reforzar los aprendizajes prioritarios de sus espacios curriculares.
La decisión implica que la Escuela de Agricultura de General Alvear, el Colegio Universitario Central, el Magisterio, el Liceo Agrícola, el Martín Zapata y el Departamento de Aplicación Docente sumarán a sus actividades académicas una semana más de clases. De este modo el segundo cuatrimestre, que estaba previsto que concluyese el 30 de noviembre, lo hará el miércoles 7 de diciembre. Por otra parte, el período complementario de apoyo y orientación se realizará entre el 8 y el 14 del mismo mes, mientras que las mesas de exámenes para estudiantes que adeuden materias previas se realizarán el 15 y 16, y del 19 al 23 para aquellos que sean regulares, libres, o quienes adeuden equivalencias.
Los responsables del Gobierno Universitario, desde que asumieron, el 16 de agosto, comenzaron un diálogo abierto con los representantes gremiales de Fadiunc. La rectora Esther Sánchez y autoridades del rectorado consideran que estos reclamos expresan la voluntad de la comunidad universitaria, pero entienden que se pueden coordinar actividades en conjunto que pongan de manifiesto el reclamo salarial y la visibilización del descontento evitando la pérdida de días de clases.
De igual modo interpretan que su responsabilidad es asegurar el derecho a la educación obligatoria. Por ello, entienden que mantener las clases, sobre todo en las escuelas preuniversitarias, es prioritario. En primer lugar, porque es un tramo obligatorio de la enseñanza de acuerdo con la Ley N° 26.206 de 2006. Pero, más allá de eso, porque saben que las interacciones sociales que ocurren en las escuelas son vínculos centrales para su socialización y salud mental, en especial después de la pandemia.