AL SR. SECRETARIO GENERAL, COMISIÓN DIRECTIVA, CUERPO DE DELEGADOS DEL SPUNC, PERSONAL DE APOYO ACADÉMICO Y SR. SECRETARIO GENERAL, COMISIÓN DIRECTIVA DE FADIUNC, DOCENTES DE LA UNCUYO Y COMUNIDAD UNIVERSITARIA EN GENERAL

En estos últimos días, se han sucedido una serie de hechos de agresión y violencia, por parte de algunos miembros del personal de apoyo, dirigida a compañeros de trabajo, autoridades y a Sres. Decanos. En el análisis realizado por autoridades, en virtud de nuestra responsabilidad de armonizar intereses de los diferentes sectores: docentes, personal de apoyo, alumnos, padres, miembros de la sociedad que nos acompañan en diferentes actividades, creemos entender que esa actitud sólo puede obedecer a difíciles situaciones personales de algunos agentes y no a un nuevo modo de comportarse del personal universitario, que se ha destacado, frecuentemente, por su comportamiento racional y conforme a su pertenencia a una institución educativa del nivel y calidad de la nuestra.

Nos interesa recordar que la Universidad pertenece al servicio de educación pública, y que, como Universidad gratuita, constituye uno de los recursos con los que cuentan los sectores más desfavorecidos de la sociedad para lograr una movilidad social ascendente. La defensa y funcionamiento de esta institución es responsabilidad de las autoridades, pero también y, en gran parte, de su planta docente y de apoyo. Los paros extensos y constantes y las medidas de fuerza desmesuradas tales como el cierre del predio o las agresiones, así como las sucesivas ausencias contribuyen al desprestigio y desvalorización de la educación pública y de los derechos de quienes concurren a nuestras aulas.

Ante esta situación creemos indispensable, en esta circunstancia, recuperar el diálogo. Queremos recordarles lo que en un anterior comunicado ya se señaló: el Consejo Superior decidió y ratificó la decisión de abonar sólo los días de efectiva prestación de servicios. Esta medida se ha tomado en cumplimiento de la responsabilidad que le cabe a los órganos de gobierno de administrar los fondos que la sociedad argentina le proporciona, para sostener el servicio universitario. Este servicio comprende las actividades de docencia, investigación, extensión,
administración, servicios generales de cuidado y mantenimiento y otros servicios particulares igualmente importantes: comedor, salud, jardines maternales. La no presencia en los horarios y días correspondientes al cumplimiento de tareas alcanza a todas las jornadas en que no se ha prestado servicios, ausencias que obedecen a razones diferentes, algunas justificadas y otras que no lo son, para ello existe un régimen de licencias que regula la actividad y que debe ser de cumplimiento estricto.

En consecuencia, nadie puede alegar, hoy, el desconocimiento de la normativa vigente. En razón de la responsabilidad que nos compete a las autoridades, a los distintos claustros de la comunidad universitaria y a las organizaciones sindicales, es preciso recuperar un clima de serenidad que nos permita avanzar en la búsqueda de soluciones duraderas, por ello solicitamos al personal de apoyo académico:

• Deponer las actitudes violentas y las denuncias irresponsables.
• Pedir disculpas a las autoridades y compañeros agredidos

En un clima de diálogo, los invitamos a analizar la situación de aquellos agentes que, por inconvenientes de carácter particular debidamente acreditados, se encuentren en una difícil situación económica para que, a través de la Comisión de Asuntos Laborales, podamos buscar alternativas para remediar dicha situación que no es la de la totalidad de la planta.

Asimismo les comunicamos que, en acuerdo entre el CIN y FATUN se ha resuelto comenzar lo más pronto posible con el proceso de reencasillamiento. Para ello, los paritarios nacionales del CIN y el gremio nacional estudiarán las problemáticas y alternativas para encarar dicho proceso. Existe la convicción común de que los fondos para comenzar a poner en marcha el nuevo nomenclador, desde la perspectiva económica, dependen del modo y la agilidad con la que actuemos al respecto. Es, entonces, evidente que en este clima de disgusto, rebeldía y violencia, no podemos construir nada, con lo cual estamos afectando gravemente a nuestro personal y, probablemente, de igual manera a quienes reciben servicios de la UNCuyo. La tarea a realizar consiste en analizar las características de nuestra Universidad, la complejidad de los servicios que presta y los inconvenientes que se pueden presentar y, luego, elevar nuestra posición a la paritaria CIN-FATUN. Ellos elaborarán las pautas comunes, pero que tomen en cuenta algunas peculiaridades.

Una vez que contemos con las herramientas,  comenzaremos el trabajo correspondiente, tal como ya ha sido dispuesto en nuestro ámbito.

A la espera de un gesto, que no dudamos, compete a Uds. efectuar, y en la confianza de encontrar verdaderas soluciones, los esperamos la semana próxima para reiniciar el diálogo que urge sostener, con madurez y responsabilidad.

Con referencia al personal docente, estamos dispuestos a acompañarlos en el requerimiento, pero no compartimos la metodología utilizada. Entendemos que, si bien lo otorgado por el MECyT no es todo lo necesario, se han dado señales de mejora, tal como la de los fondos para el nivel preuniversitario que se han incorporado a los salarios y los sucesivos aumentos y blanqueos. La continuación de los paros produce desorden institucional, falta de disciplina de estudio y de rutinas de trabajo, además de la pérdida de conocimientos que no se recuperan, aspectos todos estos que perjudican gravemente la educación pública.  En un marco de serenidad, estamos dispuestos a reiniciar un diálogo maduro y procurar, como lo estamos haciendo desde el CIN, a mejorar los recursos para el sistema universitario, no sólo a nivel salarial, sino también lo referido a gastos, investigación, becas y seguridad.

Resulta indispensable encontrar modos de reivindicación razonables que no  resientan los procesos académicos, impidiendo el ejercicio del derecho a la educación.

RECTORA, VICERRECTOR, DECANOS, VICEDECANOS Y SECRETARIOS DE LA UNCUYO

Mendoza, 1 de abril de 2006