“30 años de democracia: Universidad y Derechos Humanos” es el título de la Jornada en la que el Instituto de Derechos Humanos de la UNCuyo (IDDHH) decidió dar a conocer los vínculos y actividades que realizó al cumplir casi su primer año de vida. En el cilindro del Cicunc se dieron cita autoridades universitarias, gubernamentales, judiciales y del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos de Mendoza (MEDH).
Pablo Garciarena, secretario general del IDDHH, abrió el encuentro que tuvo como primera actividad la revisión del estado de avance del proyecto de digitalización de documentos y legajos que lleva adelante el MEDH con ayuda del Centro de Documentación Histórica de la UNCuyo, CDH. Encabezaron el panel, por la Universidad, Marcelo Stern miembro del IDDHH, y Pablo Agüero del CDH, y por el organismo de Derechos Humanos, Belén Faiozzo, Mariela Alcalde y Virtudes Della Santa.
Ambas partes firmaron hace un tiempo un convenio para la conservación, digitalización y publicación de archivos del MEDH en pos de seguir reconstruyendo la historia de las más de 200 personas desaparecidas en Mendoza durante la última dictadura cívico-militar. El MEDH encontró a través de este acuerdo asistencia y capacitación técnica para la recuperación y conservación de documentación de la época. El proyecto consta de tres etapas y acaba de terminar la primera, que duró seis meses, y abarcó documentos hasta fines de los ’70. La segunda etapa está compuesta de archivos que rescatan el trabajo de contención y acompañamiento que el MEDH llevó adelante con los familiares y las víctimas entre los años ’80 y los ‘90. Belén Faiozzo, del Movimiento Ecuménico, aseguró que el acuerdo significó “una bocanada para poder trabajar bien”.
Después de un receso –con música del cuarteto de cuerdas Ecos y un café- la jornada continuó con la puesta en común del primer taller de Derechos Humanos que se dictó en el curso de Ingreso a las carreras de Ciencias Políticas. Compartieron la experiencia Patricia Pessino, del Ingreso en Políticas, Pablo Guaycochea de la Comisión Directiva del Instituto, y Pablo Seydell, de la dirección de Educación a Distancia, áreas que articularon esta práctica inédita en la Universidad.
El taller se armó con contenidos transversales a las carreras, que los casi 1000 aspirantes trabajarán a través de un módulo a distancia durante el Ingreso en febrero próximo. El EAD aportó ese material que se titula “Construimos presente con memoria”, y que preparó para los últimos años de las escuelas secundarias en el marco del proyecto “La Universidad en la recuperación, difusión y formación de los procesos de identidad y memoria colectiva”, y como parte de una clara política de la UNCuyo en materia de Derechos Humanos. El IDDHH apoyó la iniciativa porque cree en la necesidad de instalar esta temática en la formación del estudiante, para lograr un profesional con un enfoque en DDHH que piense y reconozca al otro como un sujeto de derechos. Desde la Facultad se consideró muy positivo el taller por el elevado nivel de interés y participación de los jóvenes.
Luego subieron al estrado Guadalupe Amadeo de la Comisión de Salud Mental del IDHHH y Alberto Navarro titular de la dirección de Salud Mental de la Provincia. La referente de la Comisión resaltó lo actuado en estos meses, poniendo énfasis en las actividades de promoción, sensibilización y apoyo para la plena implementación de la Ley Nacional de Salud Mental, como por ejemplo la Jornada de Salud Mental y DDHH que se realizó en julio, la cátedra de Inclusión Mental que dictó en Ciencias Políticas, el taller de sensibilización de dicha Ley en el Ateneo de la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental en el Hospital Pereyra, y la participación en acciones de la Red por la Plena implementación de la normativa a nivel nacional. El dato nuevo es una guía que se está diseñando para personas usuarias del tema de salud mental, pensada en leguaje llano y comprensible, pensada para un sujeto de derechos.
“Es un encuentro de ideologías, de voluntades y de acciones, en el marco de una Ley garantista de los derechos de las personas y pacientes. Estamos en una posición inmejorable para seguir avanzado” dijo Alberto Navarro sobre la articulación entre el área provincial y la comisión universitaria. “La salud mental es mucho más amplia que una mirada sanitaria y necesita de este juego intersectorial que se ha generado entre la Universidad y estas áreas ministeriales”. Navarro junto a Javier Díaz Araujo, del área de Políticas Públicas, y Omar Palermo, vicepresidente del IDDHH y miembro de la Suprema Corte de Justicia, suscribieron el acta de cooperación que permitirá profundizar las relaciones entre las instituciones para fortalecer acciones locales.
Antes del cierre, el miembro de la Comisión Directiva del Instituto, Pablo Guaycochea, presentó formalmente la publicación gráfica del organismo universitario de Derechos Humanos. Es una revista semestral con una tirada, en su primera edición, de 700 ejemplares que toma posición en el tema de Derechos Humanos desde una multiplicidad de voces, reflexionando acerca de la Universidad, la Sociedad y la relación de ambas con los DDHH. Con ilustraciones en tapa de Miguel Repiso, Rep, la publicación tiene varias secciones: editorial, artículos de miembros de la Comisión Directiva y Plenos, nota de tapa, dossier, repaso de acciones del Instituto, notas de opinión, entrevista y un espacio para Memoria, Verdad y Justicia.
Las reflexiones finales de la jornada estuvieron a cargo del vicepresidente del IDDHH, Omar Palermo, quien señaló que “así como la dictadura se metió en todos los espacios de la sociedad civil, en estos 30 años el discurso de los Derechos Humanos es el reverso de esta historia, porque también atraviesa estos espacios de la vida institucional del país”.
El juez eligió dos aspectos en el devenir de esta forma de gobierno que alcanzó ya 30 años ininterrumpidos de continuidad. “Por un lado –dijo- los negadores del sistema democrático están encarcelados o en proceso de enjuiciamiento y esto es sanador y nos fortalece como sociedad. Por otro –continuó- hay que reconocer que el discurso de la desigualdad, de la vulnerabilidad, de la desprotección está instalado de manera definitiva, pertenece a la agenda política y representa una conquista democrática muy importante”.
Como deuda en estas tres décadas de democracia, el funcionario judicial remarcó la necesidad de “un modelo de seguridad vinculado con las políticas de integración e inclusión que hoy se defienden como banderas inclaudicables”. Dijo que es un tema en el que la Universidad puede hacer todavía más esfuerzo, más investigaciones para acercar un modelo de seguridad que vincule derechos humanos e integración social. De la misma manera alertó que el Poder Judicial debe revisar sus acciones porque tiene gran responsabilidad en la construcción del modelo de la seguridad ciudadana. Y señaló que quizás la clave para saldar esta deuda es la apertura de la academia y del Poder Judicial hacia la sociedad civil, y puso como ejemplo los juicios de lesa humanidad que se están desarrollando en Mendoza, en los que el Poder Judicial atiende el reclamo de Justicia de esa parte de la sociedad.
“El Instituto de Derechos Humanos es un espacio abierto y horizontal al que se pueden integrar desde todos los claustros universitarios” dijo Pablo Garciarena. Adelantó que en 2014 el organismo tendrá su página web y que se espera contar con más miembros representantes de otras Unidades Académicas –actualmente lo integran Educación Elemental y Especial, Ciencias Políticas, Artes y Diseño, Filosofía y Letras junto a un representante del claustro de estudiantes-. “Buscamos fortalecer institucionalmente este espacio para el que debate y el aporte en materia de Derechos Humanos desde la Universidad sea importante” concluyó el abogado.
Luego se repartió entre los presentes la nueva publicación. El rector y presidente del IDDHH, Arturo Somoza, el vicepresidente Omar Palermo, el vicerrector José Rodríguez y Pablo Garciarena, encabezaron el brindis final.