El pasado 26 de mayo comenzó en los tribunales de Justicia de Esquel el juicio oral y público contra la familia mapuche Curiñaco - Rúa Nahuelquir, a raíz de la denuncia penal por usurpación realizada por la Compañía Tierras del Sud Argentina S.A. (Csta S.A), subsidiaria del grupo italiano Benetton.
La historia comienza en agosto de 2002, cuando la familia ingresó al lote Santa Rosa, ubicado en el Paraje Leleque, para llevar adelante una serie de emprendimientos productivos que le permitieran salir de la miseria y hacinamiento de la ciudad y desarrollarse plenamente como mapuches. Atilio Curiñaco y Rosa Rúa Nahuelquir tomaron esta desición luego de hacer las averiguaciones pertinentes en el Instituto Autárquico de Colonización y Fomento Rural, quienes informaron que esas tierras eran tierras fiscales. Dos meses mas tarde, Atilio y Rosa fueron desalojados por la policía provincial luego de que el juez de instrucción de Esquel, José Oscar Colabelli (recientemente destituido por desconocimiento inexcusable del derecho ! y mal desempeño de sus funciones) accionara ante la denuncia realizada por la Ctsa S.A. Desde allí, los acosos han sido constantes, incluyendo la imputación por realizar ceremonias espirituales frente al lote Santa Rosa en febrero de 2003. La instancia judicial fue impuesta por Benetton quien se ha encargado de llenar la causa de mentiras y desajustes.
Así, el mayor terrateniente de Argentina acusa de usurpación a las comunidades mapuches, originarias de estas tierras y despojadas por la fuerza de ellas; al mismo tiempo, hostiga a esas comunidades e intenta quebrar la unidad de ese pueblo utilizando el asistencialismo (por ejemplo, regalando leña, cosa que nunca antes había hecho), financiando la celebración del Indio Americano organizado por el municipio de Cushamen, y repartiendo limosnas con la colaboración de curas de El Maitén.
Benetton, la corporación que se dice promotora de los derechos humanos, es poseedora de un millón de hectáreas y acusa a las comunidades originarias de usurparle 535 hectáreas; explota a sus trabajadores (mayormente mapuches) pagando salarios de hambre; impide el derecho de libre circulación al cerrar caminos; obstaculiza el acceso al agua a los habitantes de la Estación Leleque; inventa denuncias de robo de ganado contra los pobladores y comunidades mapuches. Las únicas "obras" realizadas por Benetton son la apertura de un museo, que muestra a los indios americanos de esa zona como objetos del pasado, y una comisaría , como respuesta a la lucha presente por el respeto y aplicación de los derechos de los! pueblos originarios.
Pablo Bazán