Julieta Aranibar es bióloga, egresada de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. Realizó su tesis de grado sobre la vegetación del piedemonte mendocino. Su tesis doctoral se basó en investigaciones sobre el ciclo de nutrientes en el Kalahari (Botswana, Zambia y Sudáfrica), que realizó en el departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Virginia (EEUU). El trabajo posdoctoral se basó en simulaciones ecofisiológicas del intercambio de agua y carbono entre la atmósfera y bosques de pino en EEUU, en colaboración con la Universidad de Utah y el departamento de Ecología Global, Carnegie Institution of Washington (California, USA).
Sus intereses de investigación actuales incluyen la biogeoquímica del agua, carbono y nitrógeno en ecosistemas áridos y humedales de Mendoza, con especial interés en las interacciones entre las actividades humanas, el agua, y la vegetación. Actualmente se desempeña como docente e investigadora en el Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Cuyo, y en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, IANIGLA del CONICET.
¿Qué fenómeno investigan?
Estudiamos el agua del acuífero freático del monte central, es decir, el que primero encontramos cuando excavamos en la zona del noroeste de Mendoza, lugar donde habitan la mayoría de las comunidades Huarpe. En la primera etapa de la investigación, el objetivo fue estudiar el agua freática y su interacción con la superficie y los seres humanos y realizar una caracterización hidrogeológica del acuífero, mapas de dirección del agua freática, mapas de concentración de sales. En otras palabras, lograr una descripción del objeto de investigación, que puede servir de base para otros estudios.
¿Por qué estudian el acuífero del ecosistema del noreste mendocino?
Porque la actividad de esa zona es muy particular, las precipitaciones son escasas, menos de 200 milímetros de agua al año, y los ríos no escurren cerca de la mayoría de los puestos. Sin embargo, en la zona existen bosques de algarrobo bien desarrollados, con una alta productividad. Estos, subsisten gracias al agua freática.
¿Qué es el agua freática y qué importancia tiene?
El agua freática es el líquido subterráneo más cercano a la superficie, que en el área de estudio se encuentra de 6 a 15 metros de profundidad, al alcance de las raíces de los algarrobos. Por este motivo estas especies alcanzan una alta productividad, que se observa como un bosque con numerosos árboles grandes y altos. Aquí, el agua freática es la fuente casi exclusiva, que permite la subsistencia de los algarrobos y de los pobladores locales.
¿Cómo los huarpes pueden desarrollar su vida en el desierto?
Los pobladores locales se dedican principalmente a la ganadería caprina, aunque también suelen criar vacas y caballos. Ellos pueden mantener a los animales porque en el desierto realizan perforaciones, como los llamados "pozos baldes". Pueden realizarlas independientemente con herramientas simples y sin ayuda de maquinaria sofisticada. De ese modo, pueden extraer agua para darles de beber a sus animales y a ellos mismos.
Por eso quisimos estudiar con mayor profundidad el acuífero freático, su funcionamiento, y su interacción con la vegetación, suelos y actividades humanas de la superficie.
¿Qué es lo más sorprendente desde el punto de vista biológico?
Desde el punto de vista de un biólogo lo que más me interesaba era la vegetación pero después de ir a la zona y ver la riqueza cultural que tienen los pobladores te interesan las interacciones entre el agua, la cultura local, la vegetación y cómo podrían verse afectadas a futuro. Es decir, cuáles serían las consecuencias de las actividades humanas en la sustentabilidad del sistema. El objetivo final es conocer el funcionamiento, compartirlo con los pobladores y tomadores de decisiones para que ellos lo utilicen como lo consideren apropiado para manejar su territorio.
¿Cuáles son los destalles sobre esa interacción entre agua, cultura y vegetación?
Los pobladores construyen un pozo balde; lo excavan manualmente con palas y lo enmarcan con madera de algarrobo. Esta planta, que toma agua de la napa freática, también sirve para que los pobladores puedan extraer este vital elemento.
El ganado a su vez depende del agua que los pobladores extraigan de allí. Porque salvo excepciones como períodos de lluvias intensas, no encuentran líquido superficial en ningún otro lugar del desierto. Eso hace que en la noche, las cabras regresen al corral, porque allí están sus bebederos. Entonces se produce una mayor deposición de su materia fecal, cerca del pozo balde y del corral; que también es aprovechada por los pobladores mediante la venta de guano para fertilizar los oasis irrigados de la Provincia.
Lo que nos llamaba la atención era saber si esa acumulación de guano podría producir una contaminación del agua freática en los pozos que la gente utiliza para consumo humano. Esto pasaría porque la materia fecal se descompone, produciendo una sustancia química llamada "nitrato", que tiene la característica de ser muy móvil. Esa sustancia suele transportarse (lixiviación) en el suelo por medio del agua de lluvia hasta alcanzar la de los pozos.
El nitrato en concentraciones muy elevadas puede ser muy tóxico para la salud de los seres humanos, especialmente en los niños, ya que puede causar la enfermedad del bebé azul. Los nitratos son nocivos para la salud porque transforman la hemoglobina, proteína que está en la sangre encargada de llevar oxígeno a los pulmones, en metahemoglobina, produciendo dificultades para respirar. Por lo tanto, cuando los bebés son afectados por estas sustancias su piel se pone de color azulada. Por lo tanto, nosotros queríamos estudiar si esta contaminación sucedía realmente.
¿En qué consiste esta disolución del nitrato en el agua y su transporte hacia el acuífero?
El nitrato proveniente del guano de las cabras, depositado cerca de los corrales y pozos, se disuelve en el agua del suelo que proviene de las lluvias, y se transporta verticalmente hasta la napa freática.
Después podría transportarse horizontalmente por medio del flujo subterráneo hacia las perforaciones utilizadas para consumo humano, si estas se encuentran “aguas abajo” de los corrales.
¿De qué modo estudiaron este problema?
Para estudiar esa contaminación utilizamos más de cuarenta perforaciones realizadas por los pobladores. Además, realizamos algunas perforaciones con barreno -un taladro especial que permite extraer muestras del terreno- en lugares lejanos a puestos y corrales. Encontramos un acuífero con un nivel de nitrato muy bajo, lo que indica que hay poco contacto con la superficie en zonas donde la vegetación no ha sido extraída.
Sin embargo, en los corrales de algunos puestos sí encontramos concentraciones de nitrato que nos indicaban la ocurrencia de lixiviación, pero sin superar los límites establecidos para consumo humano. Sólo en una perforación, el nivel de nitrato superó los límites. Por lo que concluimos que hasta el momento la contaminación no es un problema grave, ni generalizado.
¿Hicieron alguna advertencia a los habitantes de la zona?
La recomendación que damos es una medida relativamente simple de realizar y es que los pobladores ubiquen las perforaciones para extraer agua para consumo humano aguas arriba del corral. Esto implica que si el flujo de agua subterránea va desde los médanos hacia los valles, o de oeste a este, entonces hay que ubicar esas perforaciones aguas arriba (hacia el médano, o hacia el oeste, según la zona) de donde vayan a ubicarse los corrales.
Hay que tener en cuenta que el pozo que tiene una concentración elevada de nitratos está localizado aguas abajo del corral. Muchas perforaciones están muy cerca de los corrales porque es más simple para darles de beber agua a los animales.
También debemos considerar que el riesgo de contaminación con nitrato en esos casos es mayor.
¿Cómo respondían los pobladores a los resultados de sus investigaciones?
La gente nos decía cuando salíamos al campo "a nosotros el nitrato no nos preocupa, no creemos que llegue mucho al agua, nos preocupa más el arsénico. Queremos saber si el agua de nuestros pozos lo tiene”. Nos expresaban que en esa zona del noroeste mendocino el agua está contaminada con arsénico y ellos querían saber si esto era cierto.
Entonces buscamos colaboración de investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo, Rodolfo Willoud y su grupo, que pueden determinar arsénico en sus laboratorios. Posteriormente hicimos análisis en el agua de la zona para determinar su aptitud para el consumo humano.
¿Qué descubrieron?
En casi todas las perforaciones que estudiamos, excepto una o dos, encontramos que las concentraciones de arsénico superaban la aptitud para el consumo humano. A partir de eso surgieron nuevas preguntas que nos inquietaban. Como por ejemplo ¿qué pasa con el agua subterránea de la zona?, ¿de dónde viene ese arsénico?
¿Cuál es el origen de esa sustancia?
Para abordar este tema hicimos un estudio hidrogeológico en el que se examina el agua subterránea y los sedimentos con los que está en contacto. Pensamos que el arsénico proviene de los sedimentos.
Mediante recopilaciones bibliográficas y estudios mineralógicos encontramos la existencia de este material con vidrio volcánico, que además contiene arsénico. Esto se transfiere al agua subterránea.
Los sedimentos han sido trasladados por procesos eólicos y fluviales (por el viento o por los ríos) en el pasado. Durante muchísimos años, los ríos y el viento han llevado, depositado, y re-transportado sedimentos desde la cordillera hacia las partes más bajas (noreste mendocino). Dentro de esos sedimentos hay vidrio volcánico y minerales que pueden tener arsénico en su composición. Entonces el agua subterránea al estar en contacto tanto tiempo con esos materiales adquiere arsénico.
¿Y de dónde proviene el agua que se extrae para vivir en un ambiente desértico?
El agua subterránea puede recargarse localmente, por medio de las precipitaciones locales, o por una recarga remota transportada por ríos o flujo de agua subterránea. Recordemos que las precipitaciones allí son muy escasas. Es decir, 100 a 200 milímetros por año, insuficientes para alcanzar una recarga local importante del agua subterránea. En ese lugar proviene de las precipitaciones de cordillera. Para analizar este fenómeno realizamos un estudio isotópico del agua que nos indica su origen geográfico.
El agua a la zona llega por los ríos de Mendoza y San Juan. Y desde allí se infiltra al acuífero. También, este se recarga en la cordillera y en el piedemonte. El líquido viaja por más de 200 Km hasta la zona. Durante ese recorrido tiene un contacto con esos sedimentos y así adquiere su composición química y alta salinidad. Luego, cuando alcanza al desierto, ya tiene altas concentraciones de arsénico, una salinidad muy elevada y flúor.
¿Qué condiciones tienen entonces estas aguas para la existencia de vida en ese ecosistema árido?
Tengamos en cuenta que el agua es salada, lo cual es conocido por los pobladores. Y por ser salada la gente del lugar sabe que no es apta para los cultivos comunes. Por esto, la única actividad agropecuaria que se puede sostener con el agua subterránea es la ganadería.
Parte de nuestras actividades de investigación consisten en darles a los lugareños y a la Municipalidad de Lavalle los resultados de nuestros análisis de agua.
Esperamos que estas conclusiones sirvan para que los pobladores, utilizando los recursos disponibles, decidan cómo ponerlos en práctica. Por ejemplo, en algunos puestos hay destiladores solares, en otros se lleva agua con camiones. A su vez, la Municipalidad ha construido recientemente un acueducto que provee agua potable a los puestos cercanos a la ruta pavimentada, y otras zonas. Sin embargo, numerosos puestos alejados aún no tienen acceso a fuentes de agua potable.
Hay gente que tiene agua de buena calidad y la comparte con otros que no la tienen. Algunas perforaciones ubicadas en el denominado "paleocanal, o antiguo cauce del río", tienen agua más dulce y con menores concentraciones de arsénico.
Nosotros compartimos la información sobre calidad de agua derivada de nuestro estudio, para que -utilizando los recursos disponibles- los pobladores traten de abastecerse de agua de mejor calidad.
¿Qué relación hay entre los pozos, la cultura de los pobladores, la cría de los animales y la vegetación?
Evidentemente, cuando se construye una vivienda o puesto en el piedemonte, en una finca, en cualquier lado, se modifica el ambiente. En el caso de los puestos del NE de Mendoza, se genera una zona de sacrificio, que es el área alrededor del puesto, bebederos y corrales, donde el ser humano extrae gran parte de la vegetación y el ganado se concentra en la noche.
El manejo tradicional del puesto está dado por la cultura, costumbres, o estrategias de la población. Nosotros consideramos que con los niveles de pastoreo actuales, de una ganadería extensiva de subsistencia, el acuífero no se ve fuertemente afectado por las actividades humanas. Aunque ocurre lixiviación de nitrato, la zona de impacto es relativamente chica y no alcanza a afectar el acuífero, salvo en algunos pozos.
A futuro, si crece la producción ganadera, la contaminación podría aumentar, pero con los niveles actuales no hay evidencias de que el acuífero se vea modificado significativamente por la actividad humana. Sí vemos claramente, como el acuífero sostiene la cultura de esa población.