Uno se utiliza para el déficit de atención en niños y el otro para evitar el sueño profundo incontenible. Ambas drogas facturan unos 8 millones de pesos por año. Hay polémica entre expertos por la conveniencia de tomarlos para estudiar.
Un fármaco que cuesta 4,50 pesos por pastillita está empezando a volverse cada vez más popular entre el alumnado universitario, en especial en época de exámenes. Se trata del modafinilo, una droga que fue desarrollada para tratar la narcolepsia pero que rápidamente gana adeptos gracias a que funciona como un doping mental: intensifica la capacidad de concentración, combate el cansancio y permite estar más de 20 horas despierto. De acuerdo a un relevamiento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Capital Federal, en los últimos dos años el consumo de modafinilo en el país se multiplicó por cuatro: en 2006 fue tomado por 20.000 personas y este año por 80.000.
Otro medicamento, el metilfenidato (se usa para tratar el Trastorno de Déficit de Atención en chicos), también está siendo usado "por estudiantes universitarios para aumentar la concentración y vigilia", reveló Marcelo Peretta, director de la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides. Su consumo también crece en la Argentina: en 2005 lo tomaron 100.000 pacientes y en 2008 220.000, según cifras del Colegio de Farmacéuticos porteño.
En la Confederación Farmacéutica Argentina detectaron, por otro lado, que el consumo de estos dos fármacos aumenta en épocas de clases y que decae durante las vacaciones de verano e invierno. En enero de este año, por ejemplo, se vendieron en el país 3.500 cajas de 30 comprimidos de las diferentes marcas y presentaciones de metilfenidato y 11.000 en junio.
En la Confederación Farmacéutica Argentina notaron algo más: "Al principio en la Argentina el metilfenidato se vendía en presentaciones de 5 y 10 miligramos y ahora viene de hasta 40 miligramos, lo que indica que está siendo usado por adultos", dijo Mario Castelli, ex presidente y actual asesor de esa entidad.
El uso de este tipo de fármacos no es exclusivo de los estudiantes argentinos. Una encuesta realizada este año en universidades de los Estados Unidos reveló que el 7 por ciento de los estudiantes de ese país ya utilizó alguno de estos medicamentos con la intención de mejorar su rendimiento.
A principios de este mes, investigadores de seis universidades de primera línea de los Estados Unidos e Inglaterra escribieron un artículo en la revista Nature titulado "Hacia un uso responsable de las drogas de mejoramiento cognitivo por las personas sanas". Allí, advierten que en "las universidades de distintos lugares del mundo los estudiantes compran y venden fármacos bajo receta no para volverse más altos sino para conseguir notas más altas o para aumentar su capacidad de aprendizaje".
En el texto los investigadores proponen que el uso de estos medicamentos para mejorar la inteligencia sea regulado y, eventualmente, liberado.
El psiquiatra Eduardo Kalina, profesor del posgrado en adicciones de la Universidad del Salvador, está en contra de la liberación del consumo del metilfenidato (su nombre comercial más conocido es Ritalina). "Es una droga muy fuerte y peligrosa. La persona queda hiperactiva, locuaz, como si hubiera tomado cocaína. Además acelera la actividad del corazón y puede provocar arritmia", dice.
Aunque para Kalina el modafinilo tampoco "debe ser de venta libre", sus recelos contra este fármaco son más moderados. "Yo mismo lo tomé en un viaje a San Francisco para quedarme despierto y se lo receté a mi tía de 96 años", contó. El especialista agregó: "Veo perfectamente lícito que se lo tomé uno o dos días antes para rendir un examen".
El doctor Jorge Coronel, presidente de la Comisión de Medicamentos de la Confederación Médica de la República Argentina, reconoció estar al tanto "de como se usan de forma irracional estos medicamentos" y de "como creció el consumo" de estos dos productos. "Muchos profesionales, quizá influenciados por la industria, lo prescriben para fines diferentes para los que fueron creados, por ejemplo para estudiar". Para Coronel, por otro lado, la prescripción del modafinilo y el metilfenidato "debe ser con restricciones".
Ninguno de estos dos fármacos es de venta libre. El metilfenidato (hay cuatro marcas en el mercado local) solo puede venderse con receta oficial. El modafinilo (tres marcas en la Argentina) únicamente puede comercializarse con receta archivada. A ambos, sin embargo, se los puede comprar sin mayores dificultades, ni prescripciones, por Internet.
Haciendo memoria
Por Eduardo San Pedro
El de las sustancias que se utilizan para rendir más y mejor en los exámenes es uno de esos temas viejos y nuevos a la vez. Viejo porque generaciones de estudiantes ya las han usado, y nuevo por las novedades que hay respecto de los medicamentos. Cuando este cronista era estudiante, estaban de moda las anfetaminas. Era algo muy común. Había un medicamento muy popular, llamado -creo recordar- Actemín. La duda es válida. La desventaja del producto era que, en ocasiones, se olvidaba todo lo estudiado no bien se pasaba el efecto.
Opinión
Un tema que requiere estudio y controles
Por: Marcelo Peretta DOCTOR EN FARMACIA
Un 15% de los fármacos prescritos en nuestro país se usa para razones diferentes a las aprobadas, existiendo escasa evidencia científica que lo justifique. Algunos ejemplos: risperidona aprobado para esquizofrenia y usado para el trastorno bipolar; amitriptilina, aprobada para la depresión y empleada para migrañas; ciprofloxacina, aprobada para infecciones Gram positivas y negativas y usada para cualquier tipo de infección; hidrocodona, aprobada para tos o dolor y empleada para buscar despersonalización e irrealidad; y misoprostol, aprobado como protector gástrico y usado para abortar.
Últimamente se agregaron a la lista el metilfenidato y el modafinilo. El primero está indicado para el déficit de atención con hiperactividad en niños y el segundo para evitar el sueño profundo incontenible (narcolepsia). Sin embargo, ambos están siendo usados por estudiantes universitarios para aumentar concentración y vigilia.
Metilfenidato y modafinilo, alegremente promocionado como "despertador no anfetamínico", retrasan el crecimiento, y favorecen los episodios epilépticos, las alteraciones visuales, el nerviosismo, el insomnio, la depresión, la anorexia y la infección.
Aunque no es novedad el uso de anfetaminas y psicofármacos en universitarios, el "doping mental" debiera ser estudiado y controlado por las universidades. ¿Es igual quien estudia y aprueba con "ayuda extra" que el que aprende con sus condiciones naturales y esfuerzo? Otro análisis y debate serán necesarios.
Testimonios
"No hay droga milagrosa que asegure aprobar"
Hay tres clases de estudiantes. Los puritanos que condenan hasta una cerveza, los barberos que se fuman un porro el mismo día del examen y los otros, los que se toman algo para estar despiertos porque el laburo y su familia le quitan tiempo para estudiar", dice Mariano, de 40 años y alumno de 5° año de Medicina. El propio Mariano se incluye en el último grupo: para prepararse mejor varias veces tomó Vigicer (modafinilo) 2 ó 3 días antes de la fecha del examen. "Estaba despierto 20 horas y las otras 4 dormía, pero no era un sueño muy profundo".
Mariano nunca tuvo problemas para conseguir el fármaco. "Me manejo con muestras, soy la oveja negra de una familia de médicos", comenta. La droga, según dice, le permite estar "mas concentrado en la lectura" y que sus "sesiones de estudio" se extiendan por más tiempo. El medicamento, sin embargo, no le garantiza un buen resultado: "Aprobé materias con el Vigi y también me bocharon; no hay droga milagrosa para estudiar".
La primera vez que lo probó fue porque "estaba muy cansado" y sospechaba que no iba a llegar a estudiar lo necesario. "No sé si por la edad es que no rindo como antes; Estudiar medicina y laburar no es compatible".
En diferentes foros de Internet de los que participan estudiantes de Medicina se repiten los testimonios de jóvenes que cuentan sus experiencias con el modafinilo. "Yo tomo Vigicer para las urgencias, como tener dos días para estudiar 500 hojas o cosas así exageradas, y funciona muy bien, en realidad tomo la mitad de una pastilla, porque si tomo una entera me quedo muyyyyy nerviosaaa y es contraproducente", escribió una alumna en uno de esos sitios.
SE CONSIGUEN DROGAS QUE EXIGEN RECETA
Un mercado por Internet
En Internet se replican los anuncios en los que se ofrece Ritalina (metilfenidato) y de Vigicer (modafinilo).
"Tengo Vigicer para estudiar, rivotril, effexor, noostan, y todo tipo de medicamentos farmacéuticos", se lee en un aviso. El vendedor ofrecía el Vigicer a 80 pesos (en las farmacias la caja de 10 comprimidos se comercializa a 46,55 pesos). Clarín comprobó el mes pasado que en Internet se pueden comprar medicamentos que sólo deberían comercializarse en farmacias y con receta. Para esa investigación Clarín compró Viagra, Rivotril y el antidepresivo Pamoxet; los fármacos llegaron por correo y resultaron legítimos.
Después de la publicación de esa nota, el site que vendió esos medicamentos fue cerrado. Ahora volvió a operar desde www.viagraysalud.com: ayer ofrecían, entre otros fármacos, Viagra y Odranal, dos medicamentos que solo pueden venderse con receta archivada.
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22 de noviembre de 2024