A través de la campaña “Respira Salud”, la UNCUYO busca que fumadores y no fumadores tomen conciencia de los riesgos ambientales y sanitarios que implica el consumo del cigarrillo. Con ella se intenta generar una política universitaria integral sobre la problemática del tabaco y, en ese sentido, desarrollar acciones específicas, por claustro y por facultad, para sensibilizar sobre el tema.

La propuesta consiste en una serie de actividades de formación para toda la comunidad académica, que ofrecen especialistas en Ciencias Ambientales y profesionales del equipo de la Coordinación de Salud Integral de Bienestar Universitario, área que impulsó el proyecto. Se prevé destinar capacitaciones a voluntarios para que conozcan las normativas vigentes que aportan estrategias para preservar ambientes 100 % libres de humo de tabaco, tanto en el ámbito universitario como en el provincial y el nacional.

Ya se realizó la primera formación, que convocó a alrededor de 30 voluntarios que recorrieron el Campus para recoger colillas de cigarrillos. A partir de esa recolección, la Universidad desarrollará un estudio de contaminación por descarte indebido de estos materiales y, luego del tratamiento pertinente, los eliminará como desechos patológicos.

Sobre la actividad, Pilar de Saute Riestra comentó: “Como voluntaria del proyecto, pude ver en forma directa la contaminación. En ciertas zonas del campus no podíamos dar un simple paso sin recoger una colilla. Llamaba mucho la atención la concentración de estas en las paradas de colectivos, los jardines de los establecimientos de salud, las acequias, los patios internos de las facultades y el mismo Comedor Universitario”.

Sobre el tabaquismo

El tabaquismo es una enfermedad crónica adictiva recidivante. Se calcula que muere 1 persona cada 6 segundos a causa del cigarrillo y 1 de cada 10 muertes es la de un fumador pasivo. Por ese motivo es importante que los fumadores se hagan controles periódicos de salud y que tomen conciencia de que el daño no es solo a sí mismos, sino que involucra a terceros, tanto es así que el tabaquismo se considera una enfermedad pediátrica. Es fundamental entender que quienes deciden consumir tabaco, deben ser responsables y fumar solo en espacios en los que esté permitido para no enfermar a quienes no fuman.

También corresponde desechar correctamente las colillas. En cuanto al impacto ambiental, alrededor de 10 000 millones de cigarrillos son desechados al medio ambiente por día. Más de 70 sustancias químicas quedan en el filtro de cada colilla desechada y tan solo una de esas colillas contamina unos 50 litros de agua. Se suma a ese daño que para la producción de solo 300 cigarrillos se necesita talar 8 árboles.