\"Más de la mitad de esta gente no proyecta hacia el futuro porque no lo ve. Creo que es una situación en la que toda la sociedad argentina debe comprometerse. En ese momento vamos a darnos cuenta de si nuestra sociedad tiene un basamento ético\".
Acerca del deterioro de la dieta de los marginados comentó que \"lo hicimos fue preguntarles si en el primer semestre del año sufrieron en alguna oportunidad hambre por problemas económicos. El 20% había sufrido hambre varias veces. El 60% había descendido en la calidad de la alimentación. El hecho de decir lo que comen o no, no salió del conjunto de la encuesta sino de algunas entrevistas en profundidad. Eso se conocía en cierta medida por otros estudios. Los alimentos caros, las marcas conocidas y la carne no existe para esta gente. Mandan a sus hijos a colegios donde les dan el almuerzo porque es la única comida que tienen en el día\".
Con respecto a la ayuda social que reciben del Estado indicó que \"de la gente que pasa hambre sólo a un 30% le llega un bolso de comida o una asistencia del gobierno\".
Lépore afirmó que no han hecho proyecciones de la gente que pasa hambre en nuestro país. \"No es una muestra representativa de toda la población urbana. Sólo representa a seis grandes ciudades del interior, entre las cuales está Mendoza. La otra muestra ha sido sobre el área metropolitana de Buenos Aires que involucra la Capital Federal y algunos partidos del conurbano, que son los que están en peores condiciones. Lo que queda claro es que las ciudades del interior están en mejores condiciones que los partidos del conurbano bonaerense\".
En referencia a los nuevos pobres del interior del país señaló que \"esta gente todavía conserva la infraestructura de la clase media. No han sufrido hambre como los pobres estructurales o los indigentes. No carecen de ropa o calzado adecuado para afrontar el invierno. Sí han perdido en gran parte la cobertura médica. Como perdieron el empleo registrado, han perdido la obra social y tienen que recurrir al hospital público. No están acostumbrados a esto y pasan situaciones de angustia mucho más alta que el indigente y el pobre que llevan muchos años así\".
\"También preguntamos sobre el nivel de confianza en las instituciones, si sentían que su vida tenía pleno sentido, si tenían proyectos para su vida. Seis de cada diez dicen que no encuentran sentido pleno a su vida. Incluso les preguntamos si en algún momento pensaron en el suicidio para salir de esta situación. En la gente de 18 a 44 años de la clase media empobrecida, el 9% alguna vez lo pensó\".
Finalmente Lépore dijo que \"esta es una crisis que no sólo se debe a la dirigencia política sino también a la dirigencia empresarial, a la sociedad misma. Ha habido un grave problema de desfragmentación de la sociedad, una gran concentración de riqueza y un número cada vez mayor de pobres. Esta ya no es una sociedad en la cual haya movilidad ascendente con comunicación entre los distintos estratos. Estos diagnósticos dan lugar a trabajos más precisos sobre la gente. Sólo darles un subsidio no soluciona las cosas. Este estudio ha sido usado por la Conferencia Episcopal Argentina en su última asamblea anual y la dirigencia política escucha a los obispos. Si bien no lo hemos dado directamente al gobierno, tenido una gran difusión en los medios de Capital Federal\".