Argentina tiene tasas de escolarización altas aunque tiene que resolver todavía algunos temas. El tema central es que los chicos logren aprender en la escuela lo que el sistema educativo promete enseñarles. Vemos que muchos más chicos van a la escuela pero las evaluaciones que hacen al terminar cada uno de los ciclos no refleja que los aprendizajes sirvan para ingresar a la universidad ni muchas veces al mercado de trabajo. Nuestra preocupación central está en mejorar la calidad educativa y al mismo tiempo nivelarla. Este es un país con calidades educativas muy desiguales con niveles de aprovechamiento de la escuela muy diferentes. Trabajamos muy fuertemente en el Consejo Federal de Educación que reúne a todos los ministros del país en tratar de lograr los núcleos de aprendizaje prioritario. Son ciertos aprendizajes que son básicos para la vida de los individuos. Sin ellos no pueden aprobar y terminar un ciclo o nivel. Tenemos algunos parámetros nacionales como los 180 días de clases, las condiciones de trabajo docente, los núcleos de aprendizaje prioritario. Empezarán a generar una mayor homogeneidad. Hay generar las condiciones de libros, infraestructura, capacitación docente, condiciones laborales que permitan avanzar en esa dirección.

“Un chico que no ha comido, que viene con una familia destruida, donde el padre no tiene trabajo, no hay condiciones para el estudio o no hay materiales básicos didácticos es muy difícil que pueda rendir bien en la escuela. La escuela tiende a resolver los problemas más graves del chico, fue corriendo el centro de su preocupación, el eje de su tarea más a lo social que a lo pedagógico. Esto fue un proceso no a propósito de los maestros sino que es natural que la urgencia deje de lado lo importante. Esto provocó que los docentes se vieran a sí mismos más como trabajadores sociales que como maestros. Hoy se trata poco a poco de recuperar el eje central en lo pedagógico porque los que no aprende en la escuela es difícil que se aprenda en otro lado.

“En la medida de que el país siga creciendo y las condiciones socioeconómicas vayan mejorando el chico llegará más fortalecido a la escuela. Nuestra función es fortalecer al docente para que ese encuentro en el aula sea el espacio privilegiado para mejorar la calidad educativa. No hay grandes reformas. Lo que se enseña es lo que determina el resultado del trabajo escolar. Se trata de que la educación ocupe un lugar importante en la agenda política nacional. El presupuesto educativo nacional se duplicó en dos años. Esta duplicación no es casual. El gobierno en general ve que la educación es el mecanismo para crear un país distinto. Si tenemos un país soberano que puede desarrollar ciencia y tecnología propia tenemos que pensar que la educación es fundamental. Nuestro objetivo es que los recursos estén dirigidos a las provincias para apoyar los proyectos que tienen que ver con la mejora de la calidad. Estamos construyendo 700 escuelas, entregando 30.000 computadoras, trabajamos para que todos los chicos tengan libros. El año pasado distribuimos más de 3,5 millones. Este año serán 6,5 millones. Los resultados de esto no se ven al otro día. Sólo si lo seguimos haciendo durante muchos años tendremos resultados positivos.

“La escuela no está más en una campana de cristal y la violencia es un hecho cotidiano de esta sociedad y penetra en la escuela porque se ha masificado, no es más una élite. No es el origen de la violencia pero no tiene que mirar a otro lado y generar normas de convivencia democrática, transmitir valores de tolerancia y atención a mecanismos no violentos de resolución de los conflictos.

“Vamos a apoyar a los docentes para recuperar su autoridad. Ha habido un cambio en la valoración del docente y su autoridad. Muchas veces los docentes se ven a contramano de lo que se ve en la sociedad. El docente es el gran protagonista”.