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Cárcel común

En un hecho histórico en la Provincia, tres represores mendocinos fueron trasladados a la penitenciaría provincial. Se trata del comisario general Juan Agustín Oyarzábal, el subcomisario Luis Alberto Rodríguez y el sargento Celustiano Lucero.

ATPA

De nuestra redacción

agenciataller@ciudad.com.ar

10/05/06 Tres de los jefes que integraban el centro clandestino de detención conocido como D2 fueron trasladados en los últimos días a la penitenciaría provincial ubicada en la calle Boulogne Sur Mer. Se trata del comisario general Juan Agustín Oyarzábal, el subcomisario Luis Alberto Rodríguez y el sargento Celustiano Lucero, quienes se encuentran detenidos en el pabellón 6, denominado Centro de Detención para Miembros de las Fuerzas de Seguridad.

Por medio de este hecho se hizo lugar al pedido de los abogados querellantes del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos (MEDH) quienes el 19 de abril habían presentado en la Justicia Federal este reclamo.

Los antecedentes

Juan Agustín Oyarzábal fue detenido el 27 de marzo bajo la acusación de homicidio simple y privación ilegítima de la libertad mientras se desempeñó como segundo jefe del D2. Se encuentra imputado en las causas referidas a Francisco “Paco” Urondo, Héctor Brizuela, Alberto Molina y Marta Agüero y hasta la semana pasada se encontraba alojado en el Círculo de oficiales.

Luis Alberto Rodríguez fue detenido el 3 de abril e igual que Oyarzábal se encuentra imputado en el caso Urondo y fue trasladado ayer a penitenciaría.

Mientras tanto, Celustiano Lucero, fue detenido y trasladado directamente a penitenciaría, donde se encuentra imputado por homicidio y encubrimiento en el caso Urondo.

Francisco “Paco” Urondo era poeta, periodista y militante y murió en las calles mendocinas luego de una persecución en donde su compañera fue detenida y se encuentra desaparecida y su hija fuera alojada en Casa Cuna para después ser recuperada por sus familiares. Actualmente la causa por la que se investiga su muerte es una de las más avanzadas en la provincia.

El temible D2

El D2, o Departamento de informaciones policiales fue creado en 1970 por la ley 3677. Incluía las divisiones de reunión de información y de investigaciones, pero su fin específico era acumular datos sobre militantes, organizaciones, instituciones y todo lo que fuera sospechoso de actividades políticas subversivas.

De los centros clandestinos de detención que operaron en Mendoza durante la última dictadura militar, el D2 fue el de mayor envergadura. Otros centros clandestinos fueron la Comisaria 7º, Las Lajas, el Liceo Militar, la Comisaría 25º, la Compañía de Comunicaciones Montaña 8, la penitenciaría, El Chalecito (Las Heras) y El Refugio (Tunuyán)
El D2 Funcionó en un entrepiso en el interior del Palacio Policial ubicado en calles Belgrano y Virgen Del Carmen de Cuyo de la ciudad de Mendoza.  El centro clandestino estaba en pleno Barrio Cívico, a dos cuadras de la Casa de Gobierno.
Comenzó a operar ilegalmente en 1975, en el Gobierno constitucional de Isabel Perón mientras la provincia estaba intervenida por Luis Rodríguez, primero y Pedro León Lucero, después. Bajo las instrucciones del Jefe de Policía, Vicecomodoro Julio César Santuccione, los militantes del terrorismo de Estado, los torturadores del D2, se prepararon para escribir su parte de la historia deteniendo y torturando a casi 300 personas de todas las agrupaciones políticas de la época. Muchos  de ellos se encuentran desaparecidos actualmente.

 

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