Se indignaron con el anuncio oficial de una partida de 2 millones dólares para que entidades no públicas experimenten con animales. La misma cifra, pero en pesos, les recortaron a ellos en las investigaciones con ese tipo de células para enfermos de Chagas.
Los directores de dos institutos públicos de salud que realizan ensayos clínicos con células madre denunciaron que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva no les otorgó dos millones de pesos para el desarrollo de un proyecto destinado al tratamiento de pacientes chagásicos, comprometido en 2005.
“Cumplimos con todos los requisitos formales, pero la plata no llegó nunca y ahora anunciaron que les van a dar dos millones de dólares a entes privados para investigar en animales, cuando nosotros las aplicamos en seres humanos desde hace más de cinco años con resultados exitosos”, afirmó el doctor Jorge Trainini, director del Hospital Presidente Perón de Avellaneda y uno de los pioneros en implantes cardíacos de células madre en la Argentina.
“Esto es perverso. Con la gestión de (Lino) Barañao se cortó absolutamente todo contacto. Parece que como estos pacientes no tienen recursos económicos, no son importantes para la ciencia de este país”, agregó Andrés Ruiz, director del Instituto Fatala Chabén, especializado en la investigación de la enfermedad de Chagas.
Desde la cartera científica admitieron las demoras, que atribuyeron a “instancias burocráticas propias de este tipo de protocolos” y aseguraron que “los nuevos subsidios impulsarán el trabajo de investigación de un grupo integrado por científicos del sector público y privado que trabajarán mancomunadamente”.
En los últimos seis años los profesionales del Hospital Perón realizaron implantes cardíacos de mioblastos a más de 80 pacientes “con el aval de todos los organismos de control, incluida la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT)”, explicó la doctora Noemí Lago, coordinadora clínica del protocolo que se desarrolla en el establecimiento desde 2002. “Acá se hizo el primer implante de células madre del continente americano en un paciente que todavía continúa vivo” añadió la profesional. “Nuestro trabajo es reconocido por la comunidad científica en todo el mundo, pero acá no nos dan bola”, añadió Trainini.
En el año 2004, los especialistas del Perón y del Fatala Chabén presentaron un proyecto de investigación ante la por entonces Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación para obtener financiamiento. El trabajo propuesto se tituló “Tratamiento de la miocardiopatía chagásica por cardioinjerto de células antólogas y desarrollo de herramientas de eficacia terapéutica en la enfermedad de Chagas”.
“Fuimos elegidos, los ensayos clínicos fueron aprobados por la ANMAT y se comprometió el envío de dos millones de pesos, pero el dinero nunca llegó”, remarcó Ruiz. “Al principio nos bicicletearon con argumentos burocráticos, que fuimos sorteando con el correr de los meses, pero ya pasaron tres años y todavía no nos responden nada”, dijo Trainini.
“En la Argentina tenemos tres millones de personas con Chagas, la mayoría de los cuales son personas de muy bajos recursos. Los ensayos clínicos son fundamentales en estos pacientes y los resultados que obtuvimos son muy alentadores. No queremos pensar que como no son potencialmente un buen mercado para la industria farmacéutica no exista predisposición para financiar una investigación que los ayude a mejorar su calidad de vida, porque si así fuera, sería muy perverso”, finalizó Trainini.
QUÉ DICE EL MINISTERIO. “Hay que ser muy cuidadosos con la aprobación de este tipo de investigaciones porque se está trabajando sobre vidas humanas”, explicó a Crítica de la Argentina Carlos Cassanello, director del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT). Sin embargo, el funcionario aclaró que “en el proyecto intervienen tres partes: la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, los institutos involucrados y el Ministerio de Salud de la Nación. De nuestra parte y luego de una serie de recomendaciones realizadas por los evaluadores, no se objetó el financiamiento. Pero cuando comenzaron las gestiones ante la cartera sanitaria, se demoró la cofinanciación por ciertas dudas en el procedimiento”.
Cassanello confirmó que durante los próximos tres años, se otorgarán “2,1 millones de dólares a un equipo de 35 profesionales que experimentarán con ratones, ratas, ovejas y conejos para determinar si las células madre provenientes de médula ósea, cordón umbilical, cerebro adulto y líneas embrionarias podrían servir en tratamientos de enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso y cáncer”. Y aclaró que el grupo científico beneficiario del subsidio “está integrado por investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, INIS Biotech, la Fundación Instituto Leloir, el FLENI, la Universidad Austral, la Universidad Favaloro, y el Hospital Garrahan”. Además, la Fundación Perez Companc, y las empresas Biosidus y Therafarma S.A., aportaron dinero para el desarrollo de algunos proyectos y accederán a beneficios económicos si resultan en descubrimientos originales.
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