La decisión de las comunas de Capital y de Guaymallén, de impulsar centros culturales en los galpones de las ex estaciones ferroviarias del San Martín y del Belgrano, aparecen como iniciativas interesantes, porque se recuperarán predios en algunos casos abandonados y porque se ampliará la oferta cultural provincial. Existen numerosos antecedentes sobre iniciativas similares que han sido positivas.

Desde hace poco más de 15 años, cuando partió el último tren desde Mendoza a Buenos Aires, las estaciones ferroviarias habían sufrido un progresivo estado de abandono, situación que fue aprovechada por familias carenciadas para erigir en esos lugares viviendas precarias que, con el tiempo, se convirtieron en verdaderas villas inestables.

Con un agravante: en muchos de los casos esas familias no querían retirarse del lugar y, cuando se les ofrecía viviendas del IPV para trasladarlas, sus casas precarias eran inmediatamente ocupadas por otras familias, lo que convertía a la situación en un verdadero círculo vicioso.

En algunos casos, como ocurrió con la playa norte de lo que fuera la estación terminal del ferrocarril Belgrano, algunos oportunistas procedieron a “lotear” los terrenos y demarcarlos sólo con líneas de cal, mientras en la ex estación Rodeo de la Cruz, la gente se instaló directamente en los galpones abandonados.

Resultaron infructuosos los esfuerzos realizados, tanto por las autoridades provinciales como desde la Onabe (el organismo nacional encargado de controlar los terrenos del ferrocarril) por modificar la situación y recién en los últimos meses se logró solucionar en parte el inconveniente con el traslado de la villa Costa Esperanza a un barrio de Guaymallén.

Pero todo llevaría a indicar que la situación tiende a mejorar, especialmente con la decisión de algunas comunas de utilizar esos terrenos para el desarrollo de actividades en beneficio de la comunidad.

Pasó en Junín, donde se utilizaron los playones del ferrocarril para construir un estadio cubierto para prácticas deportivas, que es utilizado actualmente para los partidos del nacional de vóleibol; pasó en Godoy Cruz, con la recuperación de los terrenos de la ex estación Benegas para construir un polideportivo que beneficia a más de cinco mil personas de los barrios adyacentes; sucedió en Bermejo, donde se procedió a convertir los galpones de la ex estación La Lagunita en un centro cultural, que no hace más que reflejar el espíritu de la gente circundante. Y, como esos ejemplos, hay muchos más a lo largo y a lo ancho de la provincia.

Días pasados, diario Los Andes se hizo eco de dos iniciativas más que interesantes. La comuna de la Capital comenzó con las tareas de recuperación de uno de los galpones ferroviarios ubicados en los terrenos del Parque Central, a los efectos de crear un centro cultural de más de 2 mil metros cuadrados, para desarrollar allí diversos espectáculos artísticos y culturales.

Por su parte, la municipalidad de Guaymallén anunció que dejó de lado el megaproyecto deportivo que había prometido la anterior administración y, acorde con la grave situación económica actual, desarrollará allí un centro cultural de aproximadamente 4.500 metros cuadrados cubiertos.
 
Cabe consignar en este aspecto que se trata de la utilización de uno de los antiguos galpones y no de la amplia playa que se había previsto para el estadio cubierto.

En ese marco, mientras en la Capital las tareas comenzarán en los próximos días -con la decisión interesante de conservar el aspecto original del galpón por ser parte del patrimonio ferroviario- en Guaymallén se anunció que ya se están armando las carpetas para un próximo llamado a licitación.

Paralelamente, ninguna de las dos obras son incompatibles con la posibilidad de reactivar el servicio ferroviario del ex San Martín y el ex Belgrano, ni tampoco con el anunciado proyecto de metro tranvía urbano, que está proyectado y que el Gobierno provincial quiere concretar.

Se trata de dos proyectos importantes y que necesitan del consabido impulso oficial para que puedan ejecutarse. Porque se recuperarán predios que fueron ocupados y que habían generado inclusive problemas de inseguridad y, por otra parte, porque se brinda a la población nuevos centros culturales que ampliarán inclusive la oferta turística provincial.

Las obras que se han desarrollado en otras estaciones ferroviarias han demostrado que las iniciativas han sido positivas.